La Jornada publica hoy que centenares de miles de personas expresaron en las calles de 60 ciudades españoles su malestar por la aprobación por decreto y sin diálogo de la nueva legislación laboral, con la que el Ejecutivo del conservador Mariano Rajoy abarata el despido y arrebata derechos históricos de la clase trabajadora.
Sindicalistas, funcionarios públicos, estudiantes, desempleados y activistas del movimiento del 15M o de losindignados
advirtieron en la protesta, antesala de la huelga general del 29 de marzo, que no cejarán en su empeño de obligar al gobierno a dialogar para cambiar la actual normativa. Desde que asumió el poder el derechista Partido Popular (PP), en diciembre pasado, se han aprobado una serie de medidas que han puesto en pie de lucha a numerosos colectivos, agraviados por las políticas de ajuste para hacer frente a la crisis.
Rajoy, el quinto presidente del gobierno de la joven democracia española, aseguró en campaña electoral que para recuperar la senda del crecimiento y la creación de empleos era necesario reducir impuestos, cambiar de gobierno y favorecer el diálogo social entre empresarios y sindicatos. Una vez en el poder tras ganar por mayoría absoluta, aprobó un aumento general de impuestos a través del IRPF, impuso drásticos recortes en los servicios públicos básicos, aprobó sin diálogo y por la vía del decreto la reforma laboral, con modificaciones que abaratan el despido, restan sensiblemente poder de representación a los sindicatos y favorece abiertamente los intereses de empresarios y banqueros.
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