Los gobiernos de México y Estados Unidos suscribieron hoy un acuerdo sobre yacimientos transfronterizos de Hidrocarburos en el Golfo de México.
El presidente Felipe Calderón aseguró que la firma del documento refleja el compromiso de ambas naciones por encontrar soluciones a los grandes desafíos energéticos que tienen en común, bajo una visión de responsabilidad compartida.
“Con esto se termina el viejo temor que, honestamente, existía entre muchos mexicanos de que el petróleo de México fuera extraído unilateralmente desde el otro lado de la frontera, el llamado efecto popote”, puntualizó.
Hizo ver que lo mejor es que cualquier yacimiento conjunto se explote conjuntamente y las ganancias se distribuyan equitativamente; “así ganamos todos y así garantizamos que nuestro petróleo sea usado en beneficio de los mexicanos”.
El mandatario federal apuntó que el acuerdo se negoció invariablemente bajo el principio de proteger los derechos soberanos de cada país sobre sus recursos naturales, y reafirmó que la riqueza petrolera de México “es y seguirá siendo de los mexicanos”.
Ratificó que “seguiremos ejerciendo plenamente la soberanía sobre este recurso estratégico para nuestro desarrollo”, e insistió en que corresponde y seguirá correspondiendo a la nación la propiedad, el control y la explotación de sus recursos.
El documento fue suscrito por la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, y la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton; con la presencia del secretario de Energía, Jordy Herrera Flores, y el secretario del Interior de ese país, Kenneth Lee Salazar.
El titular del Ejecutivo afirmó que durante la negociación se mantuvo una comunicación estrecha con el Senado de la República; con un espíritu de transparencia se informó a un grupo plural de senadores sobre los avances que venía registrando este proceso.
Dijo que en todo momento se escucharon y atendieron con interés sus expertas opiniones y sus recomendaciones, e hizo un llamado para que el Senado pueda analizar y, en su caso, aprobar el acuerdo porque constituye una herramienta poderosa para seguir impulsando el desarrollo de México.
“En suma, con este acuerdo damos un paso de la mayor relevancia para asegurar jurídicamente el petróleo de México en el Golfo, para aprovecharlo racionalmente, para obtener mucho mayores ganancias, para evitar una explotación unilateral de los yacimientos fronterizos y también para fortalecer la seguridad energética de la región”, indicó.
Calderón Hinojosa destacó que el convenio asegura que cada país pueda explotar el petróleo y el gas natural que le corresponde de los yacimientos que se encuentran en el área transfronteriza en el Golfo de México, los cuales se entrecruzan entre ambos países y que durante décadas ha generado una “entendible suspicacia”.
Indicó que con el documento se tendrá certeza jurídica en un tema sobre el cual no existían reglas claras, lo que hacía que la riqueza petrolera en las aguas profundas del Golfo de México no se aprovechara, y ahora existirán incentivos para que se invierta en la exploración y explotación de hidrocarburos en esa región.
Este acuerdo, subrayó, va “en la línea” de la serie de convenios suscritos con el gobierno del presidente estadunidense Barack Obama, que fortalecen una relación productiva, una verdadera “alianza de liderazgos” y para la prosperidad.
“Muestra también que nuestros gobiernos trabajan de manera cooperativa para aprovechar la complementariedad de nuestras economías y asegurar que las ventajas de ser vecinos sean plenamente aprovechadas”, anotó.
El presidente añadió que la prioridad de su gobierno será siempre impulsar el crecimiento económico del país, y sobre todo mejorar las condiciones sociales de la gente.
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