El fiscal general dijo que el descuido de un preso que se durmió mientras fumaba podría ser la causa del incendio en el que murieron 359 reclusos, en tanto el presidente Porfirio Lobo anunció el martes que indultará a un reo que salvó a varios compañeros.
En la reunión semanal con sus ministros, transmitida por el estatal canal 8, el mandatario dijo que el preso Marco Antonio Bonilla “se arriesgó increíblemente al tratar de salvar vidas durante la tragedia” del miércoles de la semana pasada en Comayagua, al norte del país.
Lobo instruyó al ministro del Interior, Africo Madrid, a agilizar el trámite del indulto presidencial a favor de Bonilla, un encausado por homicidio que abrió los candados de algunas celdas donde los presidiarios estaban atrapados en medio de las llamas.
Las llaves aparentemente fueron arrojados al piso por los guardias que huían del fuego, según versiones de algunos prisioneros. La situación es investigada por las autoridades.
Temprano el martes, el fiscal general de la república, Luis Alberto Rubí, informó que la hipótesis del reo que se durmió cuando fumaba y que habría provocado el incendio “es la predominante en este momento, según las numerosas declaraciones de los testigos”.
“Pero aún no precisamos cual de los prisioneros fumaba y se durmió. El cigarrillo habría caído al colchón, que se incendió y causó la tragedia”, añadió.
El funcionario indicó que la versión es respaldada por seis expertos del buró de Bebidas Alcohólicas, Armas de Fuego y Tabaco de Estados Unidos (ATF, en inglés), que investigan el caso.
El asunto es de gran relevancia considerando el malestar que prevalece entre los más de 500 parientes de las víctimas que presionan al gobierno para aclarar la situación y que han protagonizado dos disturbios en seis días.
“El incendio fue accidental y no inducido por mano criminal, según datos preliminares”, subrayó Rubí.
Después del incendio, surgió rápidamente las versiones populares de que un recluso había incendiado intencionalmente su colchón en una riña carcelaria y bajo el efecto de drogas, desatando el fuego, y que los guardias del centro penal habían disparado contra los reos.
En una entrevista al canal 5 de la televisión local, Rubí informó que el incendio comenzó en el centro del módulo número 6 de la granja penal de Comayagua, a unos 80 kilómetros al norte de Tegucigalpa.
Sostuvo que los 25 médicos forenses de Chile, El Salvador, Guatemala y Honduras han practicado hasta ahora la autopsia a 277 cadáveres y que ninguno de ellos presenta evidencias de disparos. Faltan 82 autopsias.
“Veremos si alguno de esos cuerpos que no son analizados tienen orificios de bala”, aseguró Gloria Marina Redondo, vocera de los parientes de las víctimas. Ella participó en la entrevista televisiva junto a Rubí.
Redondo admitió que su esposo cumplió la sentencia de seis años de prisión por homicidio en septiembre pasado y que aún no había sido liberado por la lentitud de los tribunales en aplicar justicia.
El equipo estadounidense de la ATF trabaja desde el viernes en Comayagua para identificar el origen del incendio.
Muchos reos murieron calcinados abrazados a los barrotes de las celdas, otros asfixiados por el humo o ahogados al lanzarse a pilas de agua del penal en un intento de protegerse de las llamas.
El fiscal dijo que, de acuerdo a las investigaciones preliminares, “se descartó también que el siniestro fue provocado por el uso de gasolina”.
Algunos de los sobrevivientes y sus familiares acusaron inicialmente a los guardias de haber rociado con gasolina la partes trasera del edificio carcelario para provocar las llamas y matar así a los reclusos.
Agencias de EU respaldan teoría del gobierno hondureño: incendio en penal fue un accidente
Fue accidental el incendio ocurrido la noche del martes pasado en la cárcel hondureña de Comayagua, donde murieron calcinados más de 357 reclusos, de acuerdo con un informe de agencias de Estados Unidos dado a conocer hoy en Tegucigalpa, Honduras.
Un comunicado emitido este martes por la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa indicó que terminaron las investigaciones realizadas en ese centro penal por el Equipo de Respuesta Internacional (IRT) de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF).
Agregó que dicho equipo trabajó con el Ministerio Público, la Dirección de Investigación Criminal (DNIC) y el Cuerpo de Bomberos de Honduras.
“Se ha determinado que la causa del incendio fue un accidente”, precisó el boletín de dicha sede diplomática.
Explicaron que según las investigaciones, el fuego pudo haberse originado por un cigarro, un encendedor o un fósforo.
“Se cree que el fuego habría iniciado en la zona superior de dos literas del modulo seis de la prisión, lo cual incendió materiales inflamables cercanos”, señaló el texto.
Asimismo, se descartó que el incendio haya sido provocado por “un corto circuito o el uso de líquido inflamable o combustible”, como indicaba una de las versiones que se han difundido de manera extraoficial.
“Con base en los hallazgos, la IRT prepara un informe oficial que será remitido por la sede de la ATF a la embajada de Estados Unidos en Honduras, para luego ser entregado al gobierno de Honduras”, precisó el comunicado.
Señaló que se debe reconocer que el incendio develó que el sistema penitenciario de Honduras tiene graves fallas, como la superpoblación de reclusos, presencia de materiales inflamables en las cárceles, falta de un plan de evacuación de reos, entre otros.
“Estados Unidos urge implementar una acción rápida en la elaboración y promulgación de reformas necesarias para garantizar la seguridad, salud y los derechos humanos de los prisioneros hondureños, con el fin de prevenir tragedias similares en el futuro”.
AP y Notimex.