Excélsior señala que este año, los consumidores mexicanos padeceremos la continuación del alza en el precio de los alimentos debido a diversos factores, que van desde la pérdida de valor de la moneda mexicana frente al dólar, el incremento en los precios de las gasolinas, gas y electricidad, ajustes naturales de las empresas para mantener sus ganancias ante un menor dinamismo económico y las secuelas de la peor sequía registrada en el país en más de 70 años, ocurrida a lo largo de 2011.
Para José Luis de la Cruz Gallegos, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey, al ser nuestro país un importador de alimentos como carne, lácteos y algunos granos como el arroz o trigo, entre otros, el tipo de cambio ejercerá una presión en su costo.
“La pérdida del poder adquisitivo con base en la canasta básica ha sido del orden de 10 por ciento en los últimos cinco años”, refirió.
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