Milenio publica que, en su gira por Chiapas, Andrés Manuel López Obrador señaló ante los pobladores de Frontera Comalapa, cerca de Guatemala, que “no he cambiado, sólo estoy llamando a la reconciliación”.
Presume estar “aflojado en terracería” y cumple al pie de la letra. Para llegar ahí fueron casi dos horas de distancia hacia la Sierra Madre desde Tapachula. Recorre los pueblos. Con suerte reúne hasta 3 mil personas. “Necesitamos mantener siempre el contacto con el pueblo”, dice orgulloso.
En Comalapa hay comercio y mucha gente se reúne en la plaza para escucharlo a pesar del intenso sol. Una nube lo cubre y él aprovecha para decirles que seguirá hablando con el fin de explicar las razones para el cambio verdadero que propone su movimiento.
“Se los digo de manera sincera: no es la lucha de siempre”, y arranca el aplauso de la gente.
“Hay quienes opinan que para qué vamos pueblo por pueblo y nos asoleamos y hacemos estos actos, que hasta nos vemos mal en la televisión porque salimos despeinados y sudados, que mejor hagamos reuniones en las ciudades, vestidos de traje y bien peinados para que la imagen que se proyecte sea la mejor porque rinde más políticamente”.
El sol vuelve a aparecer y pega de lleno al mediodía en el poblado.
“Pues ¡no! Queremos el contacto con el pueblo porque no somos una mercancía que se tiene que vender y envolver bien con moñito”.
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