Sandra Ávila Beltrán, conocida como la “Reina del Pacífico”, recibió de un juez federal un segundo amparo que evita sea extraditada hacia Estados Unidos, como solicitó la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
“El Juzgado Décimo Tercero de Distrito de Amparo en Materia Penal en el Distrito Federal concedió la protección constitucional a Sandra Ávila Beltrán porque el artículo 6 del tratado aplicable prohíbe conceder la extradición de quien haya sido sometido a proceso por los mismos hechos en el país requerido”, explica el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) en un comunicado.
El CJF detalla que la esencia de los procesos que se le siguen a Ávila Beltrán tanto en México como en Estados Unidos es demostrar que la quejosa acordó organizarse con otros para realizar conductas delictivas específicamente referidas al tráfico de narcóticos.
El órgano de control constitucional agrega que, a diferencia de lo establecido por la SRE, resulta imposible afirmar que los hechos relacionados por los que ya se juzgó en México a la “Reina del Pacífico” no serían materia del juicio extranjero.
Relata que reclaman a Sandra Ávila Beltrán para juzgarla por asociación delictuosa para: a) poseer 100 kilogramos de cocaína en ese país, con intención de distribuirlos y b) importar diversos cargamentos de dicha sustancia al territorio de esa nación, por los que se le abrió proceso en la Corte Federal para el Distrito Sur de Florida.
Los hechos en que se basa la acusación formal por cada uno de esos cargos se hicieron consistir en que desde enero de 1999 y al menos hasta marzo de 2004 formó parte de una organización dedicada a la adquisición y transporte de grandes cantidades de cocaína desde Colombia a la Unión Americana.
Las investigaciones estadounidenses señalan que a finales del mismo año, Ávila Beltrán viajó de México a Colombia para negociar el embarque de 9 mil kilogramos de cocaína a México, con la intención de introducirlos a Estados Unidos y que fueron encontrados el 21 de diciembre de 2001, en un buque de bandera mexicana que fue interceptado y registrado por la Guardia Costera estadounidense en altamar.