La evaluación del combate al crimen organizado en México no puede realizarse solamente con cifras de homicidio de un año específico porque se corre el riesgo de poner la situación fuera de contexto, afirmó el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, de gira por Estados Unidos, donde también señaló que la tendencia debe medirse al menos durante cinco años.
García Luna dijo en una conferencia en la capital estadounidense que “hay que esperar que el proceso lleve más tiempo para medir su eficiencia, que dé la oportunidad de medirlo. Ya después de cinco años se espera una bajada de la curva (de homicidios), y entonces se puede observar el proceso completo“, sin especificar el comienzo de los cinco años.
“Si en un año específico se señala cierta cantidad de muertos sin darle contexto al proceso, parece que hay ineficiencia cuando en realidad es una fase superior del proceso para combatir el crimen“, agregó.
García Luna ofreció sus comentarios horas después de que la Procuraduría General de la República (PGR) informara que han ocurrido 47 mil 515 muertes vinculadas con las drogas desde diciembre de 2006, cuando Calderón lanzó una ofensiva militar contra el narcotráfico, hasta septiembre de 2011.
La cifra de muertos en los primeros nueve meses de 2011 ascendió a 12 mil 903, comparadas con las 11 mil 583 registradas en el mismo periodo de 2010.
El funcionario admitió que existe la percepción entre muchos mexicanos de que la situación de seguridad se ha deteriorado de manera sustancial, pero lo atribuyó al gran impacto mediático que han tenido ciertos delitos, como las decapitaciones.
“La base de un país seguro es la detección temprana del delito, y eso lo hace la sociedad, no la autoridad. Cuando la sociedad está inhibida deja de participar en esa detección temprana, se rompe el proceso y se genera impunidad”, explicó.
García Luna se reunió en la capital estadounidense con los componentes de seguridad, incluyendo al secretario de Justicia Eric Holder, así como directivos de la Dirección Estadounidense Antidrogas (DEA), el Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés), la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF por sus siglas en inglés) y de los alguaciles federales.
AP