Hoy hace 11 años una noticia cimbró las pantallas, los periódicos y las radios de México: Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera se había fugado del penal de Puente Grande, en Jalisco, en un carrito de lavandería. Hoy el líder del cártel de Sinaloa es considerado el narcotraficante más poderoso del mundo, a la vez que los gobiernos de México y Estados Unidos cierran el cerco para atraparlo.
La noche del 19 de enero del 2001, los principales noticiarios de las televisoras reportaron la fuga de Guzmán Loera y presentaron algunas animaciones de la que presuntamente había sido su ruta de escape, la cual incluía, según las primeras versiones, la utilización de un carrito de lavandería en el que supuestamente se escondió para no ser detectado al momento que huía del penal de máxima seguridad.
Once años después, “El Chapo” sigue siendo protagonista de las noticias nacionales, pero ahora por el dominio que tiene sobre el negocio ilegal del trasiego de drogas, que lo ha llevado a ser considerado en Estados Unidos como el narcotraficante más poderoso de la historia y el delincuente más buscado a nivel internacional, tras la muerte de Osama Bin Laden, quien fuera líder del la red terrorista Al Qaeda.
Entre los más ricos y poderosos del mundo
En estos 11 años de libertad, de acuerdo con el escritor británico Malcolm Beith, Guzmán Loera ha logrado construir un verdadero emporio multinacional de las drogas, que lo ha llevado a estar entre los hombres más ricos del mundo.
“El cártel de Sinaloa, según las agencias de inteligencia, es una empresa transnacional, con vínculos en todo el mundo, y sus principales mercados son Estados Unidos y ahora Europa del Este“, dijo en entrevista con Efe el autor del libro El último narco, que cuenta la historia del capo mexicano.
Es tal el nivel de riqueza que se estima ha logrado “El Chapo” en esta década fuera de la cárcel, que el narcotraficante mexicano ha aparecido por dos años consecutivos en la lista de las personas más ricas del mundo editada por la revista estadounidense Forbes, según la cual el líder del cártel de Sinaloa cuenta con una fortuna personal de alrededor de mil millones de dólares.
Sin embargo, de Guzmán Loera no sólo destaca su fortuna, sino su poder a nivel internacional. La misma revista Forbes también lo ha incluido por dos años consecutivos en la lista de los personajes más poderosos del mundo, donde el narcotraficante se codea con personalidades como el presidente estadounidense Barack Obama y está por encima de figuras como Yoshihiko Noda, primer ministro de Japón; Dmitri Anatólievich Medvédev, presidente de Rusia, e incluso que Tim Cook, CEO de Apple.
Se cierra el cerco
Es tal el poder y la presencia mediática que ha adquirido el líder del cártel de Sinaloa, que entre la población y los especialistas se ha convertido en el símbolo del crimen organizado en México y en consecuencia el principal enemigo de la llamada guerra contra el narcotráfico iniciada a finales de 2006 por el presidente Felipe Calderón.
En octubre del año pasado, el diario The Washington Post consignó que el presidente Felipe Calderón, está desesperado por atrapar a su némesis, el capo mayor del cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, y probarse a sí mismo que es un líder ganador, y superar así la crecientemente impopular guerra que podría costarle la presidencia a su partido. Por lo tanto, Calderón busca atrapar a Guzmán Loera antes de dejar el cargo el próximo año.
En el mismo mes, Animal Político publicó un reportaje que revela la estrategia más ambiciosa del actual gobierno de Calderón para ubicar e intentar detener a Joaquín Guzmán Loera e Ismael Zambada García, los jefes de la organización de tráfico de drogas asentada en Sinaloa. De acuerdo con ese reporte, la urgencia no sólo es del presidente Felipe Calderón, apremia también a los estadounidenses, cuyos servicios de inteligencia están en alerta ante la posibilidad de que el llamado cártel de Sinaloa haya establecido vínculos con redes de terrorismo árabe.
En noviembre, The Washington Post reportó que hay tres cuerpos de élite de la Marina, la Policía Federal y el Ejército detrás de Guzmán Loera y se les ha pedido que lo detengan vivo o muerto. Este diario afirmó que al gobierno del presidente Calderón y a su partido le ayudaría electoralmente detener a “El Chapo” antes del primero de julio.
Tras la muerte del líder de Al Qaeda, expertos consultados por BBC Mundo consideraron que la captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán, podría representar una gran victoria para el presidente Felipe Calderón, como la que consiguió el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, con la muerte del terrorista Osama Bin Laden.
Difícil de capturar
Aunque especialistas y autoridades de México y Estados Unidos han asegurado que el líder del cártel de Sinaloa se esconde en la sierra de Durango -en abril pasado un alto oficial de la DEA reveló a EFE que “El Chapo” vive en la Sierra de Durango, escondido “como Osama Bin Laden” en una zona montañosa- , fuentes militares aseguran que es difícil atraparlo debido a los anillos de seguridad con que cuenta en la zona.
Una fuente militar reveló a Animal Político en octubre pasado que el capo tiene un primer anillo de protección de la menos 300 hombres fuertemente armados. Además, añadió, cuando se han hecho despliegues en comunidades de la sierra, los primeros en protegerlo son los pobladores, hay una idolatría a su figura no sólo donde nació, en la comunidad de La Tuna, perteneciente al municipio de Badiraguato, sino en docenas de poblados vecinos del estado de Durango cercanos a Tamazula y Canelas.
A principios del 2010, un funcionario mexicano dijo a The Economist que “El Chapo” se encuentra en un territorio de 60 mil kilómetros cuadrados de escarpadas montañas, donde “se necesitaría 100 mil soldados que rodean la zona y aún así no se tendría la seguridad de capturarlo”.
Un documento publicado en The Pirate Bay, en junio pasado, señala que el Departamento de Seguridad Pública de Arizona (AZDPS) conocía en 2009 el paradero de “El Chapo” Guzmán, líder del cártel de Sinaloa y no dieron aviso a México para su captura.
El documento titulado “Intel Chapo Guzman 01-26-2009” señala que el 26 de enero de 2009 a las 20:30 horas la Unidad de Corrupción de Ajo, en Arizona, EU fue notificada de una fiesta que se realizaba en Sonora, en el rancho de Sonoyta, donde se esperaba la llegada de Joaquín Guzmán Loera y un gran “séquito de miembros de su organización”. La fuente estuvo presente en el rancho durante la reunión.
Golpes importantes
Desde mediados del año pasado y a principios del actual el gobierno federal y algunos de sus homólogos en países como Colombia y EU han logrado asestar golpes importantes a la organización liderada por “El Chapo” con la desaparición de algunas de sus células en el extranjero, el decomiso de importantes cantidades de dinero, la destrucción de grandes plantíos de mariguana y la detención de algunos de sus principales operadores.
A finales de diciembre de 2011 personal del Ejército Mexicano detuvo en Culiacán, Sinaloa, a Felipe Cabrera Sarabia, alias “el Inge”, presunto responsable de la seguridad de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera en la Sierra de Durango
A principios de noviembre del año pasado, militares detuvieron a Ovidio Limón Sánchez, uno de los principales operadores del cártel de Sinaloa y por quien Estados Unidos ofrecía una recompensa de hasta cinco millones de dólares. El detenido era uno de los responsables del tráfico y control de redes para comprar, transportar y distribuir cocaína hacia Estados Unidos.
El mismo mes, elementos del Ejército Mexicano aseguraron un vehículo con 15 millones 350 mil dólares americanos, pertenecientes a la organización criminal Guzmán Loera durante un operativo realizado en Tijuana, Baja California. Ese fue el segundo aseguramiento de numerario más importante que ha hecho personal militar en el sexenio de Calderón, sólo por debajo de los 26 millones 202 mil 176 dólares incautados el 14 de septiembre de 2008 en Culiacán, Sinaloa.
En julio pasado, al sur del municipio de Ensenada, Baja California, militares adscritos a la Segunda Región Militar descubrieron el plantío de mariguana más grande de México, el cual fue identificado como propiedad del cártel de Sinaloa. El terreno mide 120 hectáreas y sus cuidadores lo camuflaban como plantío de tomate.