Que si Kim Jong Il era un dictador, que si hay que lamentar su partida, que si es políticamente correcto decirle o no “camarada”, son discusiones que surgieron luego de su muerte y ya para algunos es un tema superado.
Lo que quizá pocos sabían, es que el recién fallecido líder norcoreano, era, según Foreign Policy, el mejor cliente del cognac Hennessy.
Ante Kim Jong Il, Mario Marín y sus botellitas de cognac se queda corto, pues según la revista, el dictador llegó a importar para su consumo y para regalo, hasta 800 mil dólares al año en la versión Paradis de Hennessy.
La marca ya lamentó (¡y cómo no!) la muerte de quien fuera su máximo comprador a nivel mundial a mediados de los 90. Su muerte destapó el dato de su gusto por esta exclusiva bebida y con ello, publicidad gratis, aunque para muchos no sea la más positiva que podría tener.
La directora de comunicaciones de Hennessy en Estados Unidos, comentó que no ha habido ninguna retroalimentación negativa, y que hasta el momento no ha afectado sus ventas (que se espere al balance trimestral y verá).
El dictador de mano dura disfrutaba de la bebida que la marca describe como “indulgencia pura” y que cuesta cerca de 650 dólares por botella, unos 8 mil 500 pesitos. Jennifer Yu, la encargada de comunicaciones de la compañía, señaló que muchos artistas como Kanye West gustan de la marca, pero no como lo hacía Kin Jong Il.
Sobre el por qué le gustaba tanto el Hennessy al líder norcoreano, Yu apuntó que “sólo sé que el cognac es extremadamente popular entre los asiáticos, además que se ha vuelto un símbolo de estatus y el nuestro es uno de los más lujosos del mundo”.
Así que si tienen acciones en Hennessy, recuerden que el siguiente año puede no ser tan redituable como el 2011.