Un hombre armado con granadas y un fusil atacó el martes a compradores de fin de año en una plaza central en la ciudad belga de Lieja, en un hecho que dejó cuatro muertos y 75 heridos, dijeron las autoridades.
No estaba en claro el motivo del ataque, pero un funcionario del ministerio del Interior, Peter Mertens, dijo que no se trataba de terrorismo.
Las autoridades belgas identificaron al atacante como Norodine Amrani, de 33 años, quien había cumplido condenas por uso de armas, consumo de drogas y agresiones sexuales.
Amrani fue uno de los cuatro muertos, pero la fiscal de Lieja Danielle Reynders dijo que no estaba claro si se suicidó o murió por accidente. Aclaró que no murió a manos de los policías.
También murieron dos muchachos de 15 y 17 años y una mujer de 75, agregó. El periódico La Libre Belgique informó que una niña de dos años se encontraba en estado crítico.
La fiscal dijo que la Policía había citado a Amrani el martes para interrogarlo, pero no estaba en claro cuál era el motivo.
Algunos funcionarios dijeron que Amrani salió de su casa con una mochila, armado con granadas de mano, un revólver y un fusil FAL. Caminó hasta la plaza central de Lieja, en el este de Bélgica, y encaramado en una plataforma arrojó tres granadas contra una congestionada parada de un autobús y después empezó a disparar.
Reyners dijo que todavía tenía varias granadas al morir.
La prensa belga dijo inicialmente que el ataque podría haber sido obra de varios hombres armados. La Policía arribó rápidamente y cerró los accesos a la plaza donde ocurrió el ataque, en el centro de la ciudad. Había sangre en las calles adoquinadas de la zona, que estaba llena de gente haciendo compras de Navidad.
Imágenes desde el sitio mostraban decenas de peatones, entre ellos un grupo grande de niños, corriendo por las calles, algunos con bolsas de compras. Había muchas ambulancias y vehículos policiales en la zona.
La televisora pública VRT habló con Herve Taveirne, quien se refugió en el tribunal de la ciudad para escapar de los disparos y las granadas.
“Estábamos en el edificio del palacio de justicia y acabábamos de salir cuando vimos a alguien lanzar una granada“, dijo Taveirne. “Agarré a un niño … y lo llevé de regreso a la corte. Fuera del edificio escuché disparos … Este hombre estaba disparando a cualquier dirección”.
AP.