La desaceleración económica provoca que continúe predominando el desaliento en materia financiera y, peor aún, que empiecen a imperar las expectativas desfavorables para 2012, según muestra la más reciente encuesta telefónica nacional BGC-Excélsior sobre el tema. La falta de empleos y la sucesión presidencial destacan como los factores más mencionados que generan estas perspectivas poco optimistas para el próximo año, además de que se percibe ya un contexto internacional adverso.
El pesimismo sobre el estado de la economía nacional sigue prevaleciendo. Cerca de la mitad cree que la situación está mal o muy mal (gráfico 1), y 55% cree que las cosas han empeorado (gráfico 2). Si bien las percepciones negativas distan de estar tan extendidas como durante la crisis de 2009, la recuperación económica es algo que no se ha dado para la mayoría. La insuficiencia de empleos es la razón más señalada para este desánimo.
La sensación de mejoría sólo se recuperó en la primera mitad de 2010 y desde entonces el porcentaje de quienes piensan así se ha mantenido bajo, con 23% (gráfico 2). El menor crecimiento de la economía y el panorama internacional incierto se dejan sentir en las perspectivas económicas para el próximo año. Así, por primera vez desde finales de 2009, las expectativas negativas superan a las positivas —43% contra 35%, respectivamente— (gráfico 3).
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