La Jornada publica hoy que el operativo Rápido y furioso, mediante el cual agencias federales de Estados Unidos permitieron la entrada ilegal de armas a México, nunca debió haber ocurrido y no debe volver a ocurrir, según el procurador general de aquel país, Eric Holder. “Quiero ser claro: cualquier instancia de ‘dejar caminar las armas’ es inaceptable.
Está operación fue defectuosa en su concepción, así como en su ejecución”, señalan fragmentos del testimonio que Holder rendirá este martes ante el Comité Judicial del Senado. Holder, cuyo discurso fue adelantado por el Departamento de Justicia, lamenta que los efectos del fallido operativo se sentirán durante muchos años en México, pues las armas que fueron contrabandeadas aún aparecen en escenas del crimen. Estamos perdiendo la batalla para detener el flujo ilegal de armas a México
, reconoce Holder, según el documento.
El procurador, quien ha sido acusado por los republicanos de ofrecer información engañosa sobre su grado de conocimiento del caso, externará el compromiso de llegar a la verdad y de hacer que el legado del operativo vaya más allá de las acusaciones. Durante una comparecencia ante el Congreso, en mayo, Holder dijo haber “escuchado de Rápido y furioso en las semanas pasadas”.
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