Por cuarto año consecutivo y con la mira puesta en “fomentar la cultura de la inversión y nuevas ideas de negocio”, este 8 y 9 de noviembre se lleva al cabo la nueva edición del Congreso Value Investing Forum, con invitados como Josefina Vázquez Mota, Marcelo Ebrard, Daniel Servitje, Claudio X. González y Francisco Gil Díaz, entre otros.
Y Animal Político te presenta aquí el discurso íntegro de Manlio Fabio Beltrones:
Agradezco esta invitación y a todos los patrocinadores. Sé que han invitado a muchos de nosotros para que platiquemos en unos minutos algunas de las versiones que nuestros partidos políticos estamos sucediendo, sobre todo hay una preocupación compartida como la que ustedes tienen y todos nosotros también la tenemos sobre la situación del país, sus perspectivas y las soluciones a muchos de los problemas.
Por cierto tendríamos que empezar diciendo que en México se encuentran sobrediagnosticados, no hay una esquina, no hay un lugar o un espacio en donde la convivencia no gire alrededor del diagnóstico de los problemas que se viven en México y que se identifican fácilmente.
La numeralia creo que todos y cada uno de nosotros la domina, pero se concentra sobre todo en una preocupación por la falta de un crecimiento económico insuficiente que genere empleo tan necesario y bien remunerado que todos estaríamos esperando existiera en el país y que vaya en un sentido tal que garantice más igualdad o disminuya la desigualdad que hoy es lamentable que exista en México, que atienda una parte lo que son resultados de acumulación de pobreza porque esa es una parte que ha crecido en el país y que en sí mismo también dé cuenta de estrategias suficientes y definitivas que nos permitan tener la certidumbre de saber que vamos en sentido correcto en el combate a la delincuencia organizada o no, al narcotráfico, sin tanta violencia.
Bueno ese es el panorama, pues las cosas no están bien, tendríamos que empezar a admitir que para salir de esta vorágine, mediocridad de los últimos años, valdría la pena que entonces de una u otra manera nos alejáramos de los voluntarismos y empezáramos a picar y a poner sobre la mesa lo que realmente pensamos podría de cierto modo encausarnos en la solución de muchos aspectos.
Hace muy poco tiempo yo tenía la oportunidad de platicar dentro de los partidos de la urgencia de que en el año 2012 nos alcanzara primero a los partidos políticos y a quienes participamos dentro de los partidos políticos con el deseo de un triunfo electoral a poner sobre la mesa ¿para qué quieren ganar los partidos políticos las elecciones en 2012?
¿Para qué los candidatos con distintos aspirantes de los partidos políticos quieren también el triunfo electoral del 1 de julio de 2012?
Será porque lo único que hace falta en el país es que salga un hombre y entre otro, o mujer, a la presidencia del país, con esto se resolverán realmente nuestros problemas, es una cuestión de voluntarismo político lo que hace falta hoy en día con el deseo de poder resolver los grandes problemas que se viven en México o tener un problema estructural que tenemos que identificar con acciones precisas que nos permitan acercarnos a la soluciones correctas.
Y es por ello que por lo menos dentro de mi partido nos sentamos, no nada más a platicar sino a diseñar una de las propuestas con las que nos vamos a comprometer nosotros ante México en su conjunto en el caso de recuperar la confianza de los electores que perdimos en el 2000, con esa pérdida de confianza perdimos la Presidencia de la República, después también la de 2006.
Pero hoy, la mayoría de las encuestas -que se han convertido en apuestas- señalan que es muy probable que en 2012 el PRI pueda ganar las elecciones para la Presidencia de la República y eso nos obliga todavía más a, con la cara en alto y de frente, digamos que hemos aprendido los suficiente nosotros no nada más de las oportunidades sino de las dificultades y de las derrotas, creo que unas y otras enseñan y enseñan mucho.
Por eso, dentro de la Fundación Colosio del PRI terminamos un documento del cuál yo quisiera hablar. Yo sostuve y sostengo que es necesario girar alrededor del cambio de ciertas partes, en la parte económica el paradigma principalísimo que nos hace dudar que tengamos estabilidad financiera, pero que esta estabilidad no nos haya traído el empleo y sobre todo la igualdad en algunos estados.
No es que la estabilidad financiera sea mala, por el contrario, la estabilidad financiera es indispensable como un acto de responsabilidad para poder garantizar que mi país, sobre todo en estos momentos de alta volatilidad e incertidumbre en el mundo, pueda cambiar el sentido, pero el paradigma debe ser el crecimiento económico con empleo para la igualdad y con estabilidad financiera.
Esto tendría que acercar a la necesaria exigencia de que tengamos que detonar los espacios más atractivos y convenientes y potenciales de crecimiento económico y la palabra clave es Empresa.
México necesita mandar un mensaje al mundo y no nada más a los mercados internos de que hay certeza jurídica para poder encaminarse a la ruta del crecimiento.
Certeza jurídica para las inversiones tanto nacionales como extranjeras.
Y sobre de ello queremos seguir perseverando, si bien es cierto que debemos hacer reformas importantes hasta el momento se han negado. Hay algunas que sobre todo concentrarían la oportunidad, hablando de economía. Estas son el área de convergencia, el de la energía y el de la comunicación.
En los últimos años esos tres aspectos los hemos intentado acomodar dentro de otro órgano regulador que no están bien asentados como órganos del estado mexicano, sino simplemente que cumplen con los deseos de los gobiernos internos, hoy tenemos órganos reguladores en algunas ocasiones en lugar de dar certidumbre, generan incertidumbre.
Por eso en el Senado y el grupo parlamentario del PRI sobre la Reforma Política hablamos de la necesidad de darle mayor independencia a los órganos reguladores para hacerlos del Estado mexicano para que garanticemos certeza jurídica a todos aquellos que saben muy bien el valor de la competencia, de la competitividad, de las reglas justas y claras.
Que nos hagan tener garantías de que las cosas van a salir, por eso también hemos luchado por un órgano regulador en el tema de precomunicaciones que también dé certeza jurídica, que también dé indepencia del gobierno en turno con nombramiento de carácter transexenal, se aparten de las conveniencias políticas de los gobiernos que se establezcan y ahí que también hayamos nosotros luchado, porque el órgano regulador sea un verdadero órgano regulador de lo que pueda ser la modernidad y no simplemente como hoy aparece como un órgano recaudador de la SHCP.
Porque si queremos jugar con la certeza del país tenemos que girar alrededor de instituciones sólidas alejadas del capricho de los políticos y los gobernantes en turno.
Esto sí nos podría hacer vislumbrar un México que queremos y nos imaginamos tendríamos dentro de 25 años y no solamente un México que tuviese la seguridad de crecer el próximo año, pero de manera sostenida y es que es importante definir ese objetivo. A México le hacen falta políticas de largo plazo, con certeza jurídica alrededor para que las apuestas sobre lo que lleva de suceder sean correctas y haya una garantía.
En la parte social lo que hemos planteado es que tenemos que revisar muy bien el concepto de solidaridad social que hoy tenemos, estamos llenos de programas repletos de recursos que atienden a los pobres para mantener a los pobres, pero no para sacar a los pobres. El punto es cómo logramos que los pobres dejen de serlo, que tengan un nivel aspiracional correcto y que solamente lo puedan lograr con el crecimiento económico, de lo contrario sólo estaremos teniendo políticas que por cierto en la última década o más algunos de esos programas que no se justifican para estar en servicio de los partidos políticos o de los intereses políticos y se vuelven francamente electoreros.
Sí es necesario que mientras no tengamos crecimiento económico y empleo los programas sociales atiendan a la pobreza y eviten que la indignación sea tan alta que sea algo que nos detenga en el propósito de lograr los cambios en el país, pero al mismo tiempo hay que evitar que esos programas sean mal utilizados.
Planteamos también que es necesario que deba tenerse un nuevo concepto también sobre lo que es la seguridad social universal, pero no es suficiente que reconceptualicemos lo que hoy hacemos para garantizar la seguridad social sino que obtengamos los recursos necesarios y suficientes para que eso suceda y sin una reforma hacendaria, sin una reforma fiscal no lo podríamos alcanzar, deberíamos de depender tanto del producto petrolero e iniciar una nueva etapa en México sobre todo hoy que hay dificultades en el mundo y que representan una oportunidad para nosotros debido a la buena y sólida estabilidad financiera.
Estoy más que convencido y por eso es que dispusimos de una iniciativa de reforma fiscal que por cierto no ha logrado convencer sobre todo en la ruta del 2012, sobre la urgencia de poder construir alrededor de ella el mejoramiento de los ingresos que reconozcan que hay tanta informalidad.
En México la informalidad ha sido premiada aunque sea con instrumentos nobles y con objetivos correctos, pero necesitamos hoy en día tener una reforma fiscal que reconozca que es necesario que nosotros sigamos llenando más que la recaudación del consumo sobre la renta y nuevas formas de recaudación en donde todos tengan sobre todo claridad y transparencia sobre el uso de los recursos recaudados.
Creo que con un modo de desarrollo económico que cambie de paradigma que sea responsable que cumpla con lo que se le pide y que tenga certeza jurídica y que ha través de nuevas instituciones que garanticen la regulación económica con una nueva conceptualización de lo que es la política social y que esta misma no gire sobre los recursos que ya tenemos, sino sobre nuevos recursos de una reforma hacendaria. Ojo hablo de una reforma hacendaria y no de una reforma fiscal, porque también hay que revisar el caso.
Porque hoy como nunca ha tenido México ha tenido recursos sobre el presupuesto.
Nos quedaría un tercer aspecto que es el tema de una nueva forma de garantizar la gobernabilidad a ustedes como a nosotros a todos nos preocupa que los acuerdos no se alcancen, que México siga tirando insisto sobre el diagnóstico y que no se vean los temas de con qué y cómo. Para eso es necesario que se acuerde, pues es que México ha avanzado mucho en la parte de su madurez democrática, nadie puede sentirse insatisfecho, nadie absolutamente nadie, ni incluso nadie de los que supuestamente deberían de resultar afectados de que hayamos logrado tener elecciones mucho más directas de que la alternancia ya este conviviendo entre nosotros y que la democracia sea un destino y un fin de vida, pero también debemos cuidar y mucho aquellas cosas que todavía se escuchan y que dicen que la democracia no nos ha traido cosas buenas, que la democracia no ha tenido resultados correctos porque no nos ha hecho alcanzar crecimiento económico , igualdades, combate a la delincuencia, pobreza y yo creo que los problemas que trae una democracia se combaten con democracia, el problema esta en el viejo régimen político que hoy tenemos un presidencialismo mexicano que gira alrededor de la convicción de que después de las elecciones el que gana gana todo y que el que pierde pierde todo y se dedica a obstruir y a buscar de que manera las cosas no pasan. Se vale la resitencia absoluta, es la hora de pasar de los movimientos divididos a los movimientos compartidos, es necesario que sin dejar de lado un sistema preferencial quede una cultura muy nuestra pensemos en nuevos instrumentos de la democracia moderna que hagan funcionar el presidencialismo en México dentro de la pluralidad y que permita hacer a un lado los espectáculos que hoy se viven y sobre todo en algunas de las cámaras mismas con sus desencuentros y sobre todos sus diferencias marcadas entre el poder ejecutivo y poder legislativo.