Renovar la flota aérea presidencial representaría una erogación superior a 2 mil 100 millones de pesos, si se considera que al final del sexenio de Vicente Fox las 15 aeronaves registradas fueron valuadas –en conjunto– en 156.1 millones de dólares, esto es, unos 2 mil 184 millones de pesos al tipo de cambio actual.
Antes del desplome del TPH-06 –el pasado día 11–, en el que viajaban Francisco Blake Mora, entonces titular de la Secretaría de Gobernación, y siete personas más, la Presidencia de la República informó en su página electrónica que su flota estaba integrada por 17 aparatos, con antigüedad promedio de 24 años.
A propuesta del PAN, la Cámara de Diputados emitió el martes pasado un exhorto a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para que evalúe la renovación de dicha flota. El punto, presentado en la tribuna de San Lázaro como una de las reservas de última hora, fue votado en favor por mayoría de los diputados, unas horas antes del cierre del Presupuesto de Egresos de la Federación 2012.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) mantiene en reserva los informes relacionados con los helicópteros Superpuma –como el que se estrelló el viernes pasado, con 6 mil 501 horas de vuelo acumuladas–, aunque sí ofrece detalles del resto de las aeronaves.
Es por ello que los datos disponibles de los Eurocopter AS332 son del sexenio pasado. En 2005, la Presidencia reveló que el helicóptero recién siniestrado –con matrícula TPH 06-XC-UHP en el sexenio foxista– acumuló 865.5 horas de vuelo de diciembre de 2000 a marzo de 2005, nivel superior al de los otros cuatro aparatos de este tipo.
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