La Jornada publica hoy que encabezados por los obispos Felipe Arizmendi Esquivel y Enrique Díaz Díaz, unos 8 mil católicos realizaron una peregrinación en esta ciudad para manifestarse contra la explotación minera, la destrucción de la naturaleza, la siembra de transgénicos, la militarización, la drogadicción, el alcoholismo y los atropellos contra migrantes.
Con pancartas, flores, palmas, cruces, imágenes religiosas y banderas, los católicos caminaron hasta la plaza Catedral, donde se celebró una misa de dos horas con ritos indígenas, en la que se exigió la liberación de Alberto Patihstán Gómez, preso desde hace 10 años, acusado de participar en una emboscada que dejó siete policías estatales muertos y quien hace un mes fue trasladado al penal de Guasave, Sinaloa. Durante la homilía, Arizmendi Esquivel manifestó: Sólo con la fuerza de Dios nos mantendremos firmes en proteger y cuidar la madre tierra, en valorar a los jóvenes y a las mujeres, en no descansar hasta que se libere a los cautivos inocentes, en trabajar por la pacificación y tranquilidad de nuestro país, en erradicar la corrupción y sembrar la honestidad.
En alusión a un pasaje bíblico, dijo:Los leones son las empresas mineras, los proyectos que pretenden apoderarse de territorios de los campesinos, las autoridades corruptas que se venden y no defienden el bienestar de las comunidades y los que se dedican a la tala inmoderada de los bosques.
. Asimismo, las grandes empresas cerveceras y fabricantes de alcoholes, los cantineros, las autoridades que por corrupción no aplican debidamente las leyes de salud.
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