La Jornada publica hoy que el 95% de las máquinas de casinos que operan en México no están certificadas, es decir, nadie verifica que su software funcione correctamente para que en algún punto el cliente gane por azar, aseguró Normalización y Certificación Electrónica (Nyce), asociación civil que funciona como organismo de apoyo en normalización y certificación para el cumplimiento de las normas oficiales mexicanas aplicables al sector tecnológico.
De acuerdo con el organismo, la industria del juego sigue creciendo en México sin que nadie verifique el buen funcionamiento de sus máquinas. Al responder a un cuestionario enviado por este diario, Nyce señaló que todas las máquinas que se utilizan en casinos del país son importadas y no están sujetas a una vigilancia arancelaria que certifique su origen, su calidad y un impuesto adecuado, pues no hay un capítulo al respecto en el catálogo de clasificación arancelaria.
Entre 2004 y 2007, los primeros años de la industria de los casinos en México, cientos de equipos chatarra y copias piratas de juegos que no tenían los estándares de calidad adecuados entraron al país provenientes de Colombia, Venezuela, Rusia, Estados Unidos, España y Brasil. Lo anterior es particularmente preocupante si se considera que, según estimaciones de las asociaciones de permisionarios, cada máquina de un casino mexicano puede recibir hasta 20 mil pesos pesos diarios.
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