La bandera del Consejo Nacional de Transición (CNT), que representa a los rebeldes que depusieron a Muamar Gadafi, fue izada hoy por primera vez en la ONU, el gesto final con el que la comunidad internacional reconoce al nuevo gobierno libio.
La colocación de la nueva bandera –roja, negra y blanca con una media luna y una estrella, en lugar de la insignia verde identificada con Gadafi– siguió al reconocimiento de hace cuatro días de la Asamblea General de la ONU al CNT como legítimo representante del gobierno de Libia.
“Estoy seguro de que vio su nueva bandera, flotando orgullosamente fuera de este edificio”, expresó Ban Ki-moon, secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), este día en sesión sobre Libia, con la presencia de su presidente interino, Mustafa Abdul Jalil.
Ban expresó que la prioridad para Libia era restaurar el orden y la seguridad, por lo que recordó que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la semana pasada una misión política para ese país africano.
Subrayó que el enviado especial de la ONU para Libia, el británico Ian Martin, se encuentra ya en ese país y que la ayuda humanitaria de organismos internacionales de asistencia fluye para la población que los necesita.
Por su parte, el presidente Jalil expresó que su país está comprometido con los derechos humanos y que busca activamente la reconciliación con aquellos que no simpatizaron con su lucha.
En ese sentido, afirmó que trataría a los extranjeros y a los enemigos de guerra de acuerdo con las leyes humanitarias internacionales, como un probable intento de contrarrestar reportes de abusos, tortura y maltratos contra individuos ajenos al CNT.
En la reunión participaron también, entre otros, los presidentes de Estados Unidos, Francia y Sudáfrica –Barack Obama, Nicolás Sarkozy y Jacob Zuma, respectivamente–, además de más de 50 representantes nacionales de niveles ministeriales.
“Libia es la lección de lo que la comunidad internacional puede lograr si se mantiene unida”, expresó Obama, quien afirmó que en el caso de este país africano se puede evitar una masacre, algo que no se ha podido lograr en otras naciones.
Insistió además en la necesidad de instaurar el respeto a los derechos humanos y la democracia en Libia, a través de su propia gente, y de facilitar la asistencia humanitaria para quienes la necesitan en se país.
Finalmente, el presidente sudafricano Zuma añadió una nota crítica al evento, al indicar que la ONU debía cancelar “la zona de exclusión aérea” debido a que la participación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ya no es necesaria en Libia.
Notimex.
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