La policía boliviana reprimió a indígenas que protestaban en defensa del Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS). Como resultado de esta represión en la que el gobierno utilizó gases lacrimógenos y golpeó a hombres y mujeres, un bebé murió y 37 personas desaparecieron, siete de ellas niños.
El Comité de la Marcha publicó un comunicado:
“Hoy a horas 16:30 se inició un operático policial y /o militar de cerco sobre el campamento del puente San Miguel a 5 Km de Yucumo, donde estaban descansando alrededor de 800 marchistas, incluyendo más de dos centenares de niños y bebés. Alrededor de las 17 horas empezó una despiadada gasificación contra la gente indefensa, lo que provoco una confusión total y por ese motivo empezaron a extraviarse y desaparecer muchos de los niños que estaban ahí acampados junto a sus madres.
“Posteriormente efectivos de la policía procedieron a perseguir a la gente, a acorralarlos, golpearlos, quemando el campamento, gasificando mujeres embarazadas y deteniendo enseres personales de la prensa, obligaron a la gente a subir a camionetas para de esta manera, digna de la peor de las dictaduras, intervenir y acabar con la marcha.
“Posteriormente estas personas fueron obligadas a subir a buses que en número de ocho partieron con dirección a Yucumo, obligados por el bloqueo de caminos que ya esta efectuándose en San Borja, donde la población salió a la calle enardecida una vez que circuló la noticia de la intervención a la marcha.
“A la vez, tenemos información que son muchos los dirigentes y comunarios que se han refugiado en el monte, así como los que se encuentran detenidos amarrados en los buses, en el camino, hay madres desesperadas buscando a los niños. Algunos compañeros lograron escapar y llegaron a San Borja para refugiarse como el presidente de la CIDOB Adolfo Chávez”.
Por su parte, la Central Obrera Boliviana (COB) declaró huelga general en toda Bolivia para este miércoles, como protesta a la represión del gobierno a los indígenas.
La protesta indígena comenzó el 15 de agosto en Trinidad, y recorrió a pie unos 273 kilómetros en 42 días.
Según Erbol, una agencia de noticias indígenas, unos dos mil indígenas fueron sorprendidos por policías cuando descansaban en la hacienda San Lorenzo.
La respuesta del gobierno
El ministro de Gobierno de Bolivia, Sacha Llorenti, afirmó hoy que la represión policial contra la marcha de los indígenas que se oponen a la construcción de una carretera fue realizada “para preservar la vida y evitar enfrentamientos”.
En rueda de prensa en la sede del Ejecutivo, Llorenti dijo que se intervino la marcha para preservar la vida de los marchistas, que a su juicio estaba en riesgo si se producía un choque con pobladores de Yucumo, que se oponían a la movilización.
Llorenti explicó que por esta razón, además, los marchistas fueron evacuados de las inmediaciones de Yucumo en vehículos y trasladados a otra región para que retornen a sus comunidades.
“La acción que se ha llevado adelante fue con el único propósito de evitar que haya un enfrentamiento entre civiles”, dijo Llorenti, al anunciar que si se comprueba abusos contra los marchistas, se iniciará una investigación y se sancionará a los culpables.
El funcionario aclaró, sin embargo, que no se ha registrado a muertos ni desaparecidos en la acción policial que la víspera disolvió la marcha de indígenas que habitan la reserva Territorio Indígena y Parque Isiboro Sécure.
“Acabo de conversar con el comandante general de la Policía boliviana (Jorge Santiesteban) que me ha informado que no existe ningún reporte de personas desaparecidas ni de que habrían menores, como lo han informado medios, fallecidos”, dijo Llorenti.
Representantes de los pueblos originarios de 20 de las 64 comunidades que viven en las reservas naturales marcharon la semana pasada para exigir que se paralice la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos.
La Policía también dispersó a grupos de colonos apostados en Yucumo, para evitar un enfrentamiento con los marchistas que protestaban contra el proyecto oficial de tender una vía de 306 kilómetros entre los departamentos inconexos de Cochabamba y Beni.
El titular de Gobierno justificó esa medida, al recordar que en el pasado se registraron enfrentamientos de civiles “con resultados funestos”.
Recordó que los niveles de violencia se incrementaron el sábado pasado, cuando un grupo de marchistas tomó de rehén al canciller David Choquehuanca y al viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, César Navarro.
En esa oportunidad, los manifestantes rodearon a los dos funcionarios y los colocaron como “escudos humanos” para romper una barrera de seguridad policial que intentaba bloquear el avance de la columna.
Con información de medios locales y Notimex.