Diputados de Nuevo León que conforman la Comisión especial investigadora del Casino Royal revelaron que existen irregularidades en los permisos expedidos por el gobierno municipal de Monterrey y la Secretaría de Gobernación (Segob), y que, contrario a lo que el edil Fernando Larrazabal declaró, su gobierno nunca clausuró este casino.
“El juicio que señala y que usó de argumento Fernando Larrazabal desde un principio es con relación a un inmueble adjunto, no es el Casino (Royale), el casino nunca estuvo cerrado”, dijo el legislador priista Héctor Gutiérrez.
Además, el diputado detalló que en septiembre de 2007 el Ayuntamiento de Monterrey otorgó un permiso a la empresa Atracciones y Emociones Vallarta para que operara un casino en la Avenida San Jerónimo número 205, que es donde está el Casino Royale.
Sin embargo, en la Segob no existe registro de que se otorgó un permiso para casino en esa dirección, dijo Gutiérrez.
Después del ataque al Casino Royal, Fernando Larrazabal dijo que su gobierno ya había cerrado ese casino por una construcción que carecía de aval, y deslindó a su administración de cualquier responsabilidad.
Con información de Reforma.