Milenio destaca que con mítines y pronunciamientos la Iglesia católica presiona a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para evitar que declaren inconstitucionales las reformas pro vida aprobadas por los congresos de Baja California y San Luis Potosí, y exigen que se respete la autonomía de los estados; el debate inicia hoy.
Ayer, los grupos católicos del Distrito Federal estuvieron activos tanto en las plazas públicas como al interior de los templos. Su máximo jerarca, el cardenal Norberto Rivera Carrera, desde el altar de la Catedral Metropolitana, en su homilía, sentenció: “Una injusticia no puede ser subsanada con otra injusticia y el aborto no es nunca una solución”.
Rivera Carrera, en señalamientos poco usuales en los últimos meses, recordó que el Episcopado Mexicano —reunido la semana pasada en Monterrey— consideró que “no se puede tolerar la supresión de la vida humana por las diversas técnicas abortivas de la vida humana.
“Nunca podrá ser lícita la supresión de la vida inocente de seres humanos, aunque ésta se lleve a cabo en periodos iniciales de su desarrollo”, indicó.
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