Un narcotraficante mexicano mantenido en aislamiento en una prisión de Chicago no ha negado que fue un lugarteniente de alto rango en el cártel de su padre, en cambio ofreció una defensa novedosa sobre sus actividades delictivas.
Los abogados de Vicente Zambada afirman que su cliente y otros líderes narcotraficantes recibieron inmunidad por parte de agentes de Estados Unidos —y libertad de acción para contrabandear cocaína a través de la frontera— a cambio de información sobre cárteles rivales inmersos en una sangrienta lucha territorial en México.
Expertos se mofan de tal aseveración, a la cual se espera respondan fiscales federales en un documento que presentarán el viernes en una corte federal. Pero los registros presentados en apoyo de su planteamiento de defensa permiten dar un vistazo al sórdido mundo de la organización de narcotráfico más grande de México, el cártel de Sinaloa, el cual es operado por su padre, Ismael Zambada, y el hombre más buscado en México: Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Se trata de un mundo de brutalidad, avaricia y pillaje, y a los agentes federales les encantaría que el joven Zambada les proporcione más información, en especial si ésta les pudiera ayudar a acabar con la operación de su familia o conducir a la captura de Guzmán, un multimillonario que escapó en el 2001 de una prisión mexicana de alta seguridad en un camión de lavandería.
“Se reduce a si estaría dispuesto a entregar a su papá o a Guzmán”, dijo David Shirk, quien dirige el Instituto Transfronterizo en la Universidad de San Diego. “¿Estaría dispuesto a entregar a su propio padre? Parece improbable”, agregó.
Zambada, de 35 años, ha sido visto rara vez desde su arresto en el 2009 en la Ciudad de México, después del cual las autoridades mexicanas lo presentaron ante las cámaras de televisión vestido con una elegante chaqueta deportiva negra y pantalones vaqueros azul oscuro. Su imagen suave contrastaba fuertemente con una fotografía publicada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en el 2007, en la que aparece con bigote y sombrero vaquero.
Quizá mejoró su apariencia después de asumir el control de la logística del cártel en el 2008 y de recibir autoridad para ordenar asesinatos, dijeron funcionarios federales. Fue arrestado y extraditado a Chicago un año después para enfrentar cargos por conspiración para traficar, los cuales son castigados hasta con cadena perpetua.
El cártel de Sinaloa es uno de los más poderosos de México. Este controla el tráfico en la frontera con California y está luchando con cárteles rivales en un esfuerzo por expandirse al oriente a lo largo de los 3 mil 200 kilómetros de la frontera Estados Unidos-México.
Acostumbrado a vivir lujosamente en su país, Zambada ha estado recluido en una celda de 3.0 por 1.8 metros en Chicago; frecuentemente recibe comidas que ya se han enfriado y no ha salido de su celda en 18 meses, dijeron sus abogados. El juez federal de distrito Rubén Castillo dijo el jueves al gobierno que presente una respuesta sobre tales quejas.
Alguaciles armados trasladaron con grilletes a Zambada a la audiencia del jueves. Este parecía confortable, e incluso sonrió y guiño un ojo a una mujer sentada en una banca de espectadores.
Castillo decidirá posteriormente si la provocativa aseveración de Zambada sobre haber recibido inmunidad tiene alguna credibilidad, pero muchos expertos dijeron que estaban escépticos.
AP