Reforma publica hoy que Raúl Rocha Cantú, propietario del Casino Royale, afirmó desde el exilio que teme por su vida y que está dispuesto a declarar sólo si le garantizan seguridad. En una carta enviada al diario, el dueño de la casa de apuestas asegura que nunca ha participado en actividades ilícitas, que su negocio estaba legalmente en regla y que operaba certificado por Protección Civil.
“Ofrezco una sincera disculpa a todos”, expresa en lo que es su primera declaración pública desde el incendio causado por el crimen organizado que dejó 52 muertos. En el documento, que ostenta su firma, se identifica como accionista de la empresa operadora del Casino Royale.
“Las razones que me llevaron a salir del País antes de que se emitiera cualquier orden de presentación y realizando (…) los trámites ante Migración son fáciles de entender: el temor fundado de que atentaran en contra de mi vida”, expone. No establece las causas del “temor fundado” de ser atacado ni por quién. Tampoco aclara en qué ciudad o país se encuentra. “Como la realidad ha demostrado, nada ni nadie puede ofrecer una protección suficiente ante las acciones de sujetos como éstos”, añade.
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