El Estadio de Atletismo, la infraestructura emblemática de los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011, lleva un retraso de un mes, según la información proporcionada por el Consejo Estatal para el Fomento Deportivo y el Apoyo a la Juventud (Code), encargado de construir las instalaciones deportivas para la justa continental. El complejo deportivo debía estar listo en junio.
Por su parte, el Comité Organizador de los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011 (Copag), reconoce que el complejo deportivo tiene un avance del 72 % y finalmente se edifica en la zona de La Curva, cercana a la cabecera de Zapopan.
A pesar del temporal de lluvias, siguen las obras. Hace una semana, la zona se inundó y se utilizaron pipas para desahogar el área.
Cambios repentinos
El proyecto para edificar el estadio ha tenido tres cambios de sede por parte de las autoridades estatales.
El Code propuso, en julio de 2009, que el estadio estaría en el predio El Disparate, ubicado al norte de Guadalajara, en las inmediaciones de la Barranca de Huentitán.
El gobierno del Estado compró 46 hectáreas en 100 millones de pesos. Esta zona forma parte de un área natural protegida por su cercanía a la Barranca de Huentitán. El proyecto no prosperó ante la oposición de grupos ecologistas y académicos como Raquel Gutiérrez Nájera, del Instituto de Derecho Ambiental y Mario Silva Rodríguez, del Colectivo Ecologista Jalisco, pues aseguraban que afectaría de manera irreversible el entorno natural y se abría la puerta a la urbanización desmedida.
En El Disparate se pretendía, además, desarrollar complejos inmobiliarios de alta densidad e incluso la Villa Panamericana. Así lo reveló Mario Vázquez Raña en una carta que publicó en El Informador, el 15 de septiembre de 2009.
“En el Proyecto general para los Juegos, presentado por la sede, la Villa Panamericana estaba ubicada en los terrenos de la Barranca de Huentitán y El Disparate. Es importante esclarecer que ése es el Proyecto que fue aprobado por los 42 Comités Olímpicos Nacionales miembros de la ODEPA”, señaló Vázquez Raña.
Ante este primer fracaso, el gobierno del Estado cambió de estrategia. Propuso que el Estadio de Atletismo se edificara en una superficie de recarga de mantos acuíferos, conocido como El Bajío, en Zapopan. En esta zona trabajan a contrarreloj para terminar la Villa Panamericana y Jorge Vergara levantó el Estadio de las Chivas.
Parecía que la obra iba en serio. Los constructores empezaron a remover la tierra e incluso talaron más de tres hectáreas de árboles. Sólo en estos trabajos preliminares, se gastaron más de 60 millones de pesos, según dijo el gobernador Emilio González, en una declaración pública el 27 de julio de 2010.
Llovieron otra vez las críticas de los ambientalistas y hasta la Secretaría de Medio Ambiente estatal se pronunció contra urbanizar El Bajío, por su importancia hídrica y porque se considera una zona de amortiguamiento del bosque La Primavera, el pulmón del área metropolitana de Guadalajara. Casualmente, el predio donde se pensó construir el estadio se sitúa a escasos 500 metros de la reserva ecológica.
El 6 de agosto del año pasado, el gobierno del Estado soltó la noticia. Que ahora el Estadio de Atletismo se construiría en el predio La Curva, que servirá, según sus promotores, para darle vida al centro de Zapopan dado que se ubica a escasos kilómetros.
Derroches
El Code dispuso de 160 millones de pesos en la compra del predio El Disparate y en los movimientos de tierra en el predio de El Bajío y hasta ahora no ha justificado el desembolso de los recursos públicos. Los predios adquiridos están inutilizados.
El costo total del Estadio de Atletismo, según los datos obtenidos por Animal Político de la Secretaría de Planeación del Gobierno del Estado, ronda cerca de 600 millones de pesos.
El complejo deportivo tendrá la capacidad para albergar a 6 mil espectadores en cubierto y 4 mil a descubierto; una pista de competencia y de entrenamiento y estacionamiento para mil automóviles.