La Jornada publica hoy que Salvador Beltrán del Río, director del Instituto Nacional de Migración (INM), cuestionado por diputadas de PRI, PRD y PT sobre la impunidad con que han operado agentes de migración para favorecer y encubrir el secuestro, asesinato y extorsión de migrantes de Centro y Sudamérica, admitió que en ese organismo permanecen cotos de corrupción, pero sostuvo que la investigación de funcionarios corre a cargo de la Procuraduría General de la República (PGR).
Aseguró que el INM no encubre a nadie ni trata de ocultar la información sobre las denuncias de secuestros y desapariciones forzadas de indocumentados, en referencia a que en la denuncia del plagio de migrantes ocurrido el viernes en Medias Aguas, Veracruz, no hay indicios de que fuera masivo ni reportes de violencia.
Ante esa postura, las legisladoras lamentaron que Beltrán del Río no ofreciera respuestas claras sobre cómo se protegen la vida y los derechos humanos de los indocumentados. Casi al final de la comparecencia, y ante el silencio del funcionario, la priísta Diva Hadamira Gastélum le advirtió: Espero que no se concrete el mal augurio de que el secuestro, la trata y el asesinato de migrantes vaya a ser una línea más en su currículum
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Nuevamente, el titular del INM negó la desaparición de varias personas en Medias Aguas, e inclusive aseguró que de acuerdo con la bitácora de los trenes propiedad de Ferrocarril del Istmo y Ferrosur, las dos compañías que operan de Arriaga, Chiapas, a Medias Aguas, y de ahí a Tamaulipas, no hay información de violencia, a diferencia de los casos del 16 y 23 de diciembre en Chahuites y Matías Romero, que sí reflejaron paradas no previstas
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