El estado de México vivirá este domingo las elecciones que podrían perfilar el escenario político del país de cara a los comicios presidenciales del 2012, todo ello en una entidad fuertemente afectada por lluvias, inundaciones y una pobreza que afecta al menos a siete millones de mexiquenses.
En los 125 municipios de la entidad, conviven los contrastes. En Huixquilucan, los campos de golf con cabellerizas y mansiones valuadas en millones de dólares, son vecinos de casas de cartón y madera donde familias sobreviven con menos de 50 pesos al día.
“Aquí no hay ni que hacer. O eres jardinero de los campos de golf o dándole de comer a los caballos en los ranchos o residencias o te vas al Distrito Federal de albañil”, señala Benito Millán, poblador de este municipio,
Los casi siete millones de personas en situación de pobreza que hay en el estado de México, se convirtieron en sector estratégico para los tres candidatos a la gubernatura, quienes a través de la entrega de tarjetas que prometen mejorar la calidad de vida, pretenden comprometer el voto de dicho sector.
Sumado a ello y en la última semana el factor de las lluvias e inundaciones en el oriente del estado, Nezahualcóyotl y Ecatepec, será otro factor que podría inclinar la balanza a favor o en contra de determinados candidatos.
El gobierno del estado de México, ante la contingencia, empezó a repartir apoyos y tarjetas electrónicas para resarcir la pérdida de enseres y muebles. La población sigue manifestando inconformidad, sobre todo por lo recurrente de las inundaciones y la falta de infraestructura.
“Cada año es lo mismo, vienen los alcaldes, el gobernador, el gobierno federal a prometer y cada año perdemos todo. Sólo ponen costaleras y un poco de cemento y al otro año se vuelve a inundar”, señala Marcela Barrios, quien vive en las inmediaciones del Canal de Xochiaca, en Nezahualcóyotl.
De acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el estado de México es la segunda entidad que más aporta al Producto Interno Bruto (PIB) del país, pero también la que concentra el mayor número de personas en “pobreza multidimencional”.
Se calcula que casi la mitad de los 11 millones de electores potenciales en el estado de México, viven en situación de pobreza “a secas”, y alrededor de un millón en pobreza extrema.
En su último informe, que data de 2008, el Coneval advierte que el 44 por ciento de la población mexiquense, es decir 6.4 millones, sobreviven en pobreza multidimensional, es decir enfrentan carencia de educación, salud, vivienda o alimentación, ya que sus ingresos no les alcanzan para cubrir alguna o todas esas necesidades.
Sumado a ello, el estado de México tiene una población indígena, sobre todo en la zona norte, que también se siente abandonada “y carne de cañón” en tiempos electorales.
“Aquí sólo vienen cada tres años a pedir el voto, pero no regresan a cumplir con las promesas de campaña, que si el fertilizante, que si el agua, que si los vales de útiles escolares, que si la carretera”, señala Erasmo Santiago, indígena Mazahua de la comunidad de Ixtlahuaca.
Con este panorama, el estado de México, reserva nacional de votos, regresa a las urnas este domingo en medio de la añeja pobreza, las lluvias, la carencia de infraestructura ante fenómenos naturales y las promesas de campaña.