El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) anunció que el gasto que cada hogar mexicano realizó día con día cayó en -3.8% real entre los años de 2008 y 2010. Ello es una consecuencia de la disminución en los ingresos de las familias, como lo reportó Animal Político. Al tener menos dinero, los mexicanos nos apretamos el cinturón aunque hubo rubros donde fuimos más generosos con la cartera.
Acorde con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares (ENIGH), el apretón de cinturón más pronunciado se dio en el cuidado de la salud, que tuvo una caída de -13.6% real entre 2008 y 2010, seguido por la vivienda y los transportes (-6.7 y -6.5 por ciento, respectivamente). No obstante, los mexicanos decidimos gastar un poco más en el vestido y calzado (+5.3%) y en los cuidados personales (+4.4% ).
Según el INEGI, los mexicanos fuimos más cautos al gastar en alimentos, bebidas y tabaco (-3.1% real entre 2008 y 2010) y , por el contrario, decidimos aumentar nuestro gasto en los artículos y servicios para la vivienda (+3.5%).
No todos los mexicanos gastaron igual en el 2010. En el 20% de los hogares con menores ingresos en el país, el consumo en alimentos literalmente se comió la mitad del dinero que trabajosamente entró a sus familias (49%), mientras que en el 20% de los hogares con mayores ingresos, este rubro representó una tercera parte de su gasto (27%).
En el ámbito de la salud, tanto ricos como pobres destinaron la misma proporción: el 3%; lo mismo en artículos para el hogar, vestido y calzado (entre el 5 y el 7% del gasto que hacen día a día). Sin embargo, las diferencias son notables en materia educativa y recreación, dado que los hogares con menores ingresos gastaron el 6% y los hogares con mayores ingresos destinaron el 17% de su gasto cotidiano.
Lo que las familias pobres no gastan en educación, lo hacen en alimentos –como ya se vio- y en vivienda, energía eléctrica y combustible, al que le dedican el 12% de su gasto corriente monetario. En tanto, las familias con mayores ingresos le dedican el 8%.
Cabe señalar que el 20% de los hogares con mayores ingresos tienen un gasto mensual promedio de 2 mil 888 pesos, mientras que el 20% con mayores ingresos tiene un gasto promedio de 17 mil 086 pesos al mes, casi seis veces más. Ello implicaría, de manera estimada, que los hogares más pobres gasten mil 402 pesos al mes en alimentos, mientras que el 20% de los hogares más ricos destinen 4 mil 560 pesos en promedio al mes, o sea, 3.3 veces más.
En materia de transporte y comunicaciones, los hogares más pobres estarían destinando 351 pesos al mes, mientras que los hogares con más ingresos gastarían tres mil 373 pesos en promedio (9.6 veces más). Finalmente, el 20% de los hogares con menos ingresos destinarían el equivalente a 167 pesos en promedio cada mes a la educación y la recreación, mientras que los hogares con más ingresos destinarían dos mil 937 pesos al mes, 17.6 veces más.
Así, en ambos grupos el gasto más fuerte que hacen de forma cotidiana es el de los alimentos, seguido del transporte y las comunicaciones. En el tercer lugar, las diferencias sobresalen, mientras que los hogares más ricos privilegian la educación, los hogares más pobres dedican sus escasos ingresos a la vivienda y la energía. Es notable que en ambos grupos la salud ocupe el último lugar de su gasto
Gasto corriente monetario de los hogares en México
(promedio mensual, 2010)*
* Cifras estimadas.
Fuente: Elaboración propia con datos de la ENIGH 2010.