Milenio destaca que la dirigencia nacional, legisladores y representantes de los diversos sectores priistas arremetieron contra las declaraciones del presidente Felipe Calderón hechas en la Universidad de Stanford.
El vocero del PRI, David Penchyna, pidió a Calderón “no subirse al ring” y dijo que sus declaraciones son propias de un afán electorero; además, lo acusó de mantener una cerrazón en su estrategia contra el crimen organizado.
A su vez, la secretaria general del PRI, Cristina Díaz, pidió a Calderón que deje de lado “sus fobias y se comporte como jefe de Estado”, y advirtió que con las declaraciones con las que se denosta al tricolor, lejos de encontrar un trabajo armónico, llevan al país a un ambiente de crispación que dificulta alcanzar acuerdos de cualquier tipo.
En tanto, el senador Francisco Labastida afirmó que la descalificación contra el PRI está fuera de lugar, pues el presidente Felipe Calderón es el jefe del Estado mexicano, gobierna para todos y sus señalamientos sólo generan odio y rencor.
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