Jorge Hank Rhon, exalcalde de Tijuana, dijo que nunca había visto las armas que supuestamente se encontraban en su casa y que provocaron su detención por parte de el Ejército.
“Como a las 5 de la mañana (los militares) me dicen que me pare frente unas armas que se encontraban en el piso y me tomaron unas fotos, armas que nunca había visto y que no lo reconozco”, escribió el empresario en una carta dirigida a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
En la misiva, presentada por su esposa, Hank Rhon relata que se encontraba durmiendo la madrugada del 4 de junio del presente año cuando llegó hasta su recamara un grupo de entre 6 y 8 militares para bajarlo a la sala, donde lo tuvieron de las tres a las cinco de la mañana.
El priista señala que los militares, que iban encapuchados y sin alguna orden de cateo, lo mantuvieron de frente a la pared, “por lo que no vi lo que estas gentes hicieron en mi domicilio”, acusó.
La defensa de Hank Rhon argumenta la detención irregular para exigir su liberación.
El propio Hank Rhon aseguró que fue llevado a la Ciudad de México pese a que había “una suspensión provisional otorgada por el Juez Octavo de Distrito en el Estado con residencia en Tijuana, Baja California, que prohibía mi traslado”, además de señalar que para evitar que el Actuario Judicial cumplimentara la suspensión, en el aeropuerto de Tijuana lo mantuvieron oculto en una furgoneta oficial, hasta que, en ausencia del funcionario, lo trasladaron vía aérea al DF.
“Si una autoridad irrumpe sin orden de cateo, expedido por una autoridad judicial, a un domicilio particular de un ciudadano, en altas horas de la madrugada, cuando su familia se encuentra dormida… ¿Existirá flagrancia si estoy dormido en mi casa? Porque la flagrancia es en la que predica la autoridad militar, la justificación de su actuar”, añade.
La esposa de Hank RHon, María Elvia Amaya dijo en rueda de prensa que los escoltas cuentan con permiso para portar armas largas para su seguridad, y que los militares que realizaron la captura no presentaron ninguna orden.
Amaya leyó la declaración que Hank Rhon firmó a la CNDH cuando estaba en la delegación de la PGR en Baja California.
“Lo exijo como prioridad, que liberen al ingeniero Hank, se los pido, por favor liberen a mi esposo y que después se hagan todos los procedimientos conforme a la ley”.
Relató que alrededor de las 03:00 horas del sábado, ella y su esposo despertaron al oír fuertes golpes en su puerta, tras lo cual entraron unos 10 militares, algunos con camuflaje, otros en bermudas o pantalón de mezclilla.
Todos traían pintura blanca bajo la capucha que cubría sus rostros, dijo en Tijuana.
“Tenían tal variedad de vestimenta que no sabíamos si ahí nos iban a matar o a secuestrar, o realmente eran del Ejército, como no tenían identificación, no sabíamos más”, señaló Amaya.
Por su parte, la Procuraduría General de la República (PGR) informó a Notimex que hoy se puede definir la situación jurídica de Hank Rhon, quien permanece en calidad de presentado en sus instalaciones.
Redacción Animal Político