Milenio publica que para los hermanos González Villarreal, Luis, Simón y José Regino, la cuestión se reduce hoy a un 50-50: ganarle un volado a uno de los hombres más duros del sistema legal malasio. Quien sostiene la moneda —y decidirá si cae águila o cruz— es el Juez Soga.
Todos los argumentos y sus recursos jurídicos terminan aquí, al pie de una encrucijada legal en la que sólo hay dos opciones: o se les dicta libertad inmediata y regresan a México, o entran al epílogo de un proceso que lleva ya tres años y que puede terminar con ellos colgando en la horca. Es hora de determinar qué les espera. Si Culiacán o el estrado.
Es el momento culminante del plan A de su defensa. La apuesta de que lo improbable puede pasar y que en el juzgado número cuatro de la corte penal de Kuala Lumpur habrá un milagro legal que cerrará el juicio de golpe. Un hecho sin comparación en la historia legal de Malasia que busca llevar a una de sus cortes y un juez en teoría inflexible a convencerse de que se han equivocado. “Es difícil pero quizá pase”, dice Kitson Foong, el abogado de los tres sinaloenses acusados de narcotráfico
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