María Elvia Amaya, la esposa de Jorge Hank Rhon, narró a W Radio lo que sucedió la mañana del sábado cuando el Ejército irrumpió en su casa para poner en custodia a su esposo por su presunto acopio de armas exclusivas de las Fuerzas Armadas.
Aseguró que estaban dormidos cuando irrumpieron en su casa y entraron en la habitación de las niñas, prendieron la luz y les preguntaron que dónde estaban sus padres.
Posteriormente entraron a la recamara unos ocho o nueve elementos y dos de ellos se llevaron a su esposo Hank al vestidor.
“Un elemento me dice, señora usted debe permanecer con nosotros usted no se mueve de aquí, yo le dije que qué quieren, qué necesitan, de dónde son, traen alguna orden que diga que pueden estar aquí y me dijeron somos el Ejército mexicano”.
Señaló que los uniformados portaban diferentes vestimentas de diversos colores, lo que le causó temor.
“El ingeniero”, como lo llama su esposa, le dijo que permaneciera en la habitación, así que ella tomó su celular y se escondió en una habitación contigua, cerró con llave y esperó sin saber qué pasaba en la casa.
Más tarde, la señora Amaya narra que con la poca pila que le quedaba al celular que logró ingresar a la habitación, pudo llamar al secretario particular de su esposo y le comentó lo que estaba sucediendo en su casa. Señaló que es lo único que sabe que sucedió mientras ella estuvo oculta.
“Yo no sabía ni qué estaba pasando”, comentó María Elvia.
Después, su hijo Alejandro tocó la puerta entró y le dijo que iría por sus hermanos para llevarlos a donde ella se encontraba, ahí se resguardaron pero sin saber qué era lo que pasaba.
Describió cómo su hija a la que los elementos del Ejército despertaron primero, después de decirles dónde estaban sus padres cerró la puerta con llave y fue a las recamaras de sus hermanos más pequeños donde también aseguró las puertas.
Después, los elementos del Ejército se toparon con su hijo Alejandro al que le indicaron que se identificara y lo siguieron hasta su cuarto donde sacó su pasaporte y lo mostró a los militares que posteriormente le informaron a él y a su madre que tenía cinco minutos para abandonar la casa, pues no podían permanecer en el domicilio.
Por lo que, María Elvia se puso un pans, tomó su bolso con los pasaportes de sus hijos y su cartera, cuando vio que a una de las nanas ya la habían dejado pasar y le ayudó a sacar las mochilas de los niños y lo indispensable, así que subieron a su auto y partieron rumbo a un hotel.
La esposa de Hank señaló que hasta ahora no le han devuelto la casa y al momento se encuentra delicada de salud, dado que tuvo que estar en el hospital tras un trasplante de médula ósea, además de tratamiento con quimioterapia.
Sobre las armas que encontraron en su casa, la esposa de Hank señaló “yo nunca vi una sola arma en mi casa, ni de cacería, los guardaespaldas no entran con armas a la casa”.
Amaya señala que hay una inconsistencia en las declaraciones y que no le parece raro que el jefe de escoltas, Jorge Vera Ayala este desaparecido, pues indica que se turnan.
María Elvia Amaya, aseguró que Jorge Hank Rhon “es un hombre sumamente sencillo. Muy protector de su familia, con un sentido altruista”.