En 2010 se desviaron de 721 mdp del presupuesto de educación en Oaxaca

La Jornada publica hoy que la Secretaría de la Contraloría y Transparencia Gubernamental del gobierno del estado detectó irregularidades en el manejo de 721 millones 294 mil 644.84 pesos en una auditoría practicada al ejercicio fiscal 2010 del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) durante el último año de la administración de Ulises Ruiz Ortiz.

Como resultado del arqueo aplicado a la caja de la Coordinación General de Administración y Finanzas del IEEPO, que encabezó Abel Trejo González, se presentaron 24 observaciones por el monto mencionado, equivalente a 16 por ciento del total del ejercicio, que fue de 4 mil 371 millones 62 mil 337.56 pesos. Es decir, uno de cada seis pesos que se otorgaron al sector educativo en 2010 fue desviado o utilizado en forma irregular.

Según el reporte, 363 millones 491 mil 290 pesos fueron utilizados para retiros y pagos en efectivo a proveedores o prestadores de servicios, pero no existen documentos de materiales entregados ni de los servicios supuestamente realizados. Tampoco existen documentos que comprueben el uso de 69 millones 583 mil 390.81 pesos, y 54 millonesdesaparecieron en traspasos a cuentas; además, 33 millones 8 mil 562.57 pesos no aparecen, por incumplimiento de las reglas de operación de los programas. Además, hubo un subejercicio de 99 millones 593 mil 722.50 pesos en cuentas no productivas. Por ello, la anterior administración deberá aclarar y justificar la falta de aplicación de los recursos. Veinticinco millones 656 mil 129.89 pesos corresponden a gastos por comprobar con antigüedad mayor a dos meses.

El ex director del IEEPO, Abel Trejo, tendrá que entregar la documentación que justifique el uso de los recursos o reintegrarlos. Lo mismo sucede con 12 millones 109 mil pesos 127.94 que desaparecieron en cuentas bancarias de ejercicios anteriores con saldo insuficiente, sin movimientos en 2010 o con escaso movimiento. Trejo González deberá justificar además cheques emitidos cuyo destino se desconoce, la falta de bienes muebles y equipos (por ejemplo, un vehículo que no fue registrado en la plantilla oficial), el uso de recursos que debieron ser reintegrados a la Secretaría de Finanzas, préstamos personales y anticipos a contratistas.

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