Excélsior destaca un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el cual refiere que el Estado mexicano sólo cubre la mitad de los gastos de salud de su población y, el 50% restante, sale de los ingresos ordinarios de las familias, lo que en la mayoría de los casos ocasiona una gran disminución o pérdida de su patrimonio.
Además, señala la CEPAL, el porcentaje de recursos que destina nuestro país a la salud está muy por debajo del presupuesto que invierten naciones con altos índices de marginación.
Por ejemplo, en México los pacientes terminan pagando 50 % de las consultas médicas, estudios de laboratorio y medicamentos; en Haití, El Salvador o Bolivia el “gasto de bolsillo” es de 30%.
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