En menos de dos meses empezará a operar un nuevo producto hipotecario para las familias que laboran en negocios informales, de los que obtienen ingresos mensuales por hasta cinco salarios mínimos, pero carecen de afiliación al Seguro Social o al ISSSTE.
En el Foro de Vivienda 2011, organizado por Grupo en Concreto, el director general de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), Ariel Cano, dijo que con subsidios del gobierno de hasta 60 mil pesos por persona, y con la participación de desarrolladoras e intermediarios financieros privados, como la banca, se financiarán a familias que demuestren ahorros de seis meses y cubran un enganche.
El director de Promoción Hipotecaria y de Relacioneas Institucionales de Urbi, Rafel Elorduy Hernández, dijo a su vez que hay un universo de cuatro millones de familias sin acceso a Infonavit y Fovissste, que además están en situación de rezago, por lo que con seis meses de ahorro podrían acceder a un crédito hipotecario a plazo de 20 años.
Así, estimó, una familia pagaría mil 500 pesos cada mes en promedio por una vivienda. “Son productos especiales, se bajaron todos los riesgos para que la banca participe, son créditos similares a los de Infonavit y Fovissste”.
De acuerdo con Elorduy Hernández, “hablamos de casas desde 180 mil a 250 mil pesos, a fin de tener el subsidio” y aclaró que por una cantidad mayor “también es el programa pero sin subsidios. El subsidio es para quien gana hasta el equivalente a cinco salarios y que son como nueve mil pesos al mes”.
Explicó que el desarrollador pagará un seguro de riesgo consistente en una prima de 1.0 a 2.0 por ciento del valor de la vivienda, el cual se destina a un fondo revolvente.
“Si en los primeros dos años del crédito se cae en cartera vencida, es decir que no pague en cuatro meses seguidos, de ahí se toma ese fondo para pagar la pérdida al banco”.
El presidente de Grupo GEO, Luis Orvañanos Lascuráin, adelantó a su vez que Sociedad Hipotecaria (SHF), la Conavi y la Secretaría de Hacienda están formulando créditos en beneficio de las personas no asalariadas, con sólo demostrar ahorros de seis a 24 meses.
En el foro, Ariel Cano recordó que el Programa Nacional de Vivienda del gobierno federal plantea seis millones de financiamiento, y en lo que va de la administración ya suman 5.2 millones, que representan 87 por ciento de la meta, equivalentes a mil 200 millones de pesos de derrama, a través de créditos y subsidios.
Subrayó que 80 por ciento de esos recursos se ha canalizado a la población que está “dentro del paraguas de la seguridad social”, aunque aclaró que existen programas para los no asalariados, como los de autoproducción en zonas peri-urbanas y rurales, aunque sin acompañamiento financiero.
“Vamos a atender de manera masiva a este sector de no afiliados. Se busca atender a la población sin capacidad de pago. Se está apoyando hasta con 60 mil pesos de subsidio para complementar la compra de vivienda”.
Cano abundó que con este programa, además de premiar el ahorro de las familias, también se busca cómo atraer a los intermediarios financieros privados, es decir banca privada y Sofoles.
“Se plantean esquemas de fondos de garantías vinculados a instituciones de gobierno federal para hacer más agresiva la participación de los intermediarios, y de igual forma se plantea un seguro hipotecario el cual podría ser pagado por la Conavi para la gente de bajos ingresos”.
En tanto, el director de Riesgo de SHF, José Manuel Pelayo, declaró que existe un rezago de 5.8 millones de familias con ingresos de menos de cinco salarios y sin acceso a ningún crédito hipotecario.
“No todas van a ser sujetas de crédito –con el nuevo producto-, pero la idea es dar los incentivos para que la mayor cantidad e personas tenga acceso a este producto”.