El presidente Felipe Calderón recordó la época en que México tenía un régimen autocrático contra el que luchó pacíficamente y le dijo “basta”, para establecer la democracia en el país y llegar a ser electo en la primera magistratura del país.
Al fungir como orador principal en la graduación de alumnos de niveles licenciatura, maestría y doctorado de la Universidad de Stanford, el mandatario recordó que cuando era estudiante “México tenía todavía un régimen autocrático” y recordó que “muchos oponentes del régimen simplemente fueron desaparecidos”.
En la recta final de su visita de trabajo de tres días, el presidente Felipe Calderón recordó que en ese tiempo en México “todos sus gobernadores estatales y todos los senadores eran del mismo partido”.
“Durante muchas décadas ese solo partido controlaba a todo: lo que se le permitía decir a los medios, lo que debían enseñar en las escuelas, qué conciertos de rock se permitían, todo; cuando los estudiantes como ustedes protestaban, eran masacrados”, expuso.
El Ejecutivo federal mencionó, sin embargo, que en el país permaneció viva la esperanza y hubo una lucha decidida y pacífica en aras de la democracia, y a la vuelta de los años “contra todo pronóstico fui electo presidente de México”.
Asimismo rememoró que en su caso inició la lucha por la democracia en su natal Michoacán al lado de su padre, Luis Calderón, quien fue el que organizó a la oposición en esa entidad.
Añadió que su padre decía que la lucha tenía que seguir por la vía pacífica y deseaba algún día ver la concreción de la democracia, pero ya no pudo ser así por su fallecimiento.
“Paso por paso la fuerza de la democracia empezó a crecer y lamentablemente el fraude electoral también creció y un día yo dije ¡ya basta!, lleno de ira”, recordó.
Frente al “abuso tan frustrante del poder”, preguntó a su progenitor: “¿Por qué tanto esfuerzo si a la gente no le importa y cuando sí les importa, el gobierno nos roba los votos y las victorias. Entonces qué caso tiene, papá? Y él me dijo: entiendo tu enojo, pero esto lo estamos haciendo porque se tiene que hacer”.
La ceremonia de graduación de la Universidad de Stanford se realizó en el campo de futbol americano en un ambiente festivo. Desde temprana hora cientos de estudiantes se presentaron a ocupar su lugar con su respectiva toga y birrete, aunque algunos sólo traían debajo su ropa interior y otros llegaron disfrazados o con diversos atuendos.
El mandatario, quien participó la noche previa en una ceremonia conmemorativa para la ocasión, llegó también con toga y birrete como manda la tradición, para convertirse en el séptimo orador internacional en la 120 graduación de esa casa de estudios.
En su discurso, durante el cual una avioneta con el logotipo de la organización “No más sangre” sobrevoló el estadio desplegando una manta, Calderón Hinojosa felicitó a los graduados, en especial a los de origen mexicano o latinos; “estamos muy orgullosos de ustedes”.
A los jóvenes graduados les pidió abrazar sus ideales, luchar por ellos y defender sus principios, así como “evitar la ola de mediocridad que paraliza las mejores causas del mundo”.
El presidente de la República mencionó que a esta generación le corresponde enfrentar una lista larga de desafíos, como son el cambio climático, la protección de los derechos humanos, y la migración de las personas que buscan oportunidades y quieren contribuir a las sociedades.
Entre esos retos se encuentran el combate a la pobreza, el terrorismo, las pandemias, las crisis económicas, el desempleo, la delincuencia organizada y el mercado de drogas letales, combinado con el “insaciable deseo tras el negocio de las armas que cuestan demasiadas vidas jóvenes”.
El Ejecutivo federal concluyó sus actividades con un encuentro con estudiantes mexicanos que se graduaron, y por la noche retornará a la ciudad de México, luego de esta gira de tres días por Estados Unidos.
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