En los primeros albores de 2011, la revista Forbes publicó la lista de los diez delincuentes más buscados del mundo. Aquel listado ponía a la cabeza al líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, muerto este fin de semana a manos de fuerzas estadounidenses.
Aquella lista también ponía como segundo a bordo al narcotraficante mexicano Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, uno de los “favoritos” en las listas de Forbes.
Ergo, una vez muerto Bin Laden, “El Chapo” se convierte en el “enemigo número uno” de la nación de las barras y las estrellas.
El capo mexicano es visto por la publicación como “el narcotraficante más famoso del mundo“. Forbes también asegura que, en los últimos dos años, ha ampliado su control en México de los corredores utilizados para introducir cocaína y mariguana hacia los Estados Unidos.
Joaquín Guzmán Loera
Se ofrecen cinco millones de dólares por su captura. El 19 de enero de 2011 cumplió diez años de haberse fugado del Penal Federal de Alta Seguridad de Puente Grande. A lo largo de esa década, se convirtió en el mayor dolor de cabeza del gobierno de Felipe Calderón al estar involucrado en el 83.88% de los 22 mil 701 asesinados vinculados al crimen organizado en los municipios considerados oficialmente como los más violentos.
Es el hombre más buscado en India. Dirigió un sindicato criminal con 5 mil “afiliados”, conocido como D-Company. Está involucrado tanto en narcotráfico como en asesinatos “por encargo”. Se mueve principalmente en Pakistán, India y Emiratos Árabes Unidos. Según información del gobierno estadounidense ha colaborado con Al Qaeda. Es sospechoso de ser autor intelectual de los atentados de Bombay de 1993, en el cual murieron 257 personas.
En 2008, fue detenido mientras compraba en una tienda de cosméticos al ser acusado de evasión fiscal. Tras aquel “resbalón” fue excluido de la primera edición de la lista de Forbes de los más buscados; fue liberado en 2009. Estados Unidos ha solicitado su extradición para ser juzgado por un supuesto fraude de acciones por 150 millones de dólares, pero al no haber ese tipo de acuerdos entre EU y Rusia, el éxito se antoja poco probable.
Conocido como “El Diabólico” su poder fue creciendo dentro de la mafia italiana, una vez que fue capturado Bernardo Provenzano Denaro; fue entonces cuando apareció en la primera lista de Forbes de “los más buscados”. Denaro es conocido por un estilo de vida de “altura”, entre Porches y lujos.
Originario de Uzbekistán, el gobierno de Estados Unidos lo ubica como una figura importante en “la delincuencia internacional organizada de Eurasia”, a la cual se le imputan “distribución de drogas, venta ilegal de armas y tráfico de vehículos robados”.
Es el hombre más buscado en África. Es acusado de financiar crímenes de lesa humanidad y genocidio. El Tribunal Penal Internacional para Ruanda lo busca por “delitos graves en virtud de los Convenios de Ginebra de 1949”, en relación con la masacre de más de 800 mil hombres, mujeres y niños de Ruanda en 1994. Recientemente, un funcionario estadounidense dijo que Kabuga se escondía en Kenia, pero el gobierno de aquel país lo negó.
Joseph Kony
Se le ubica como el jefe de la Lord’s Resistance Army (LRA), un grupo guerrillero que trata de establecer un gobierno teocrático. En su “lucha” Kony ha desplazado a 2 millones de personas y ha ordenado el secuestro de 60 mil, incluyendo 30 mil niños, quienes presuntamente son obligados a trabajar como asesinos o esclavos sexuales. Como parte del rito iniciático de la LRA se ha dicho que obliga a que los menores maten a sus propios padres. La Corte Penal Internacional lo acusa de 33 cargos, incluyendo crímenes de lesa humanidad y de guerra.
El FBI lo ha perseguido durante más de una década por su presunta participación en numerosos asesinatos cometidos bajo la protección de la Winter Hill, una familia de ascendencia irlandesa pero con sede en Boston y a la cual se le ha acusado de controlar el tráfico de drogas en el sur de ese estado. Su fortuna se estima entre 30 y 50 millones de dólares.
En 2007, Tahvili salió por la puerta de una prisión de máxima seguridad en la Columbia Británica tras sobornar con 50 mil dólares a un guardia. En prisión, estaba a la espera de una sentencia tras ser acusado de secuestro y acoso sexual. El gobierno de Estados Unidos lo requiere, y acusa, de estar detrás de un negocio de telemercadeo al que se le imputa un fraude de 3 millones de dólares, cuyas principales víctimas fueron personas mayores.