Las mujeres suelen abortar en estado de crisis, y posterior a su práctica, la mayoría vive una depresión profunda y algunas llevan a cabo intentos suicidas. De 100 mujeres que interrumpieron voluntariamente su embarazo, 70 manifestaron después un estado depresivo mayor, caracterizado por una tristeza profunda, sentimientos de vacío, trastornos de sueño, irritabilidad e ideas suicidas, según el Instituto para la Rehabilitación de la Mujer y la Familia (IRMA).
A cuatro años de la entrada en vigor de la despenalización del aborto, el 27 de abril de 2007, la secretaría de Salud del Distrito Federal no lleva un seguimiento sobre la salud de las mujeres que abortan en sus hospitales, por lo que no tiene estadísticas sobre las secuelas que sufren. “Es complicado llevar un seguimiento, las mujeres que acuden ya no quieren ni que se les llame ni volverse a parar ahí. Pero damos terapia a quien lo pueda requerir”, dice Armando Ahued , titular de la dependencia local.
El estudio llevado a cabo por IRMA, asociación civil que desde hace once años atiende a mujeres que cursaron por un aborto, revela que 82% de las mujeres que se lo realizan lo viven con temor y 48% con miedo a morir. “No están en el mejor estado para tomar una decisión libre”, refiere María del Carmen Alva, presidenta de IRMA.
En los últimos cuatro años, las clínicas y hospitales del gobierno del Distrito Federal atendieron a 56 mil 600 mujeres que decidieron interrumpir su embarazo. Antes de llevarlo a cabo deben recibir de los centros de salud una consejería. “Se les dice las opciones que tienen, que hay organizaciones que pueden apoyarlas en el embarazo y dar a su hijo en adopción, o bien interrumpirlo”, dice Ahued.
Pero a decir de Alva, las mujeres no están siendo informadas sobre los efectos secundarios que puede producir la interrupción del embarazo a nivel psicológico. “Llegan con nosotros después de haber abortado, y expresan que les dijeron que no les pasaba nada, no las previnieron del todo. Viven todo en medio de un gran silencio”, señala.
Según el estudio, 64% de las mujeres que abortan presentan posterior al evento el Trastorno de Estrés Postraumático, que se manifiesta con imágenes y recuerdos de su aborto, angustia, desinterés por la vida, falta de concentración, irritabilidad y ataques de ira. Además un 11% de las mujeres tienen intentos suicidas y 38% abandona sus estudios y trabajo.
Alva llamó a las autoridades de salud locales a dar un seguimiento y tratamiento psicológico a las mujeres que acuden a practicarse un aborto. “Que los médicos les den herramientas a las chicas para afrontarlo y les informen de los efectos secundarios”, dice.
Embarazos no deseados, por ignorancia
Las escuelas no dan una correcta instrucción en salud sexual y reproductiva o bien la omiten, esa es una de las conclusiones derivadas de las más recientes estadísticas sobre el aborto en el Distrito Federal. “El fondo del tema es que no hemos educado a los muchachos en salud sexual. Están teniendo sexo sin protección”, dice Armando Ahued, secretario de Salud del DF.
Las cifras hablan de que 31 mil mujeres que se han practicado un aborto en el DF, desde su despenalización en 2007 a la fecha, es decir 55% del total, tienen preparatoria y universidad terminada, según datos de la Secretaría de Salud local. Además, si se considera su edad, un 70% tiene entre 18 y 29 años. “La realidad es que las escuelas no están enseñando cómo usar responsablemente su sexualidad para evitar infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados”, agrega.
El funcionario menciona que existen 2 mil 400 casos nuevos infectados de VIH Sida, a los que se suman infecciones del virus del papiloma, sífilis, gonorrea y otras, pese a los 25 millones de condones que se han repartido en la ciudad.
Refiere que a diferencia de lo que sucedía hace cuatro años, cuando la mayor parte de las interrupciones eran legrados, actualmente 89% de los casos son medicamentosos . “Prácticamente se les hace el procedimiento y se van a su casa”, dice el funcionario.
De acuerdo a las estadísticas de la secretaría de Salud, 50 de cada 100 mujeres que se practicaron un aborto son solteras, 37 se dedican al hogar y 24 son estudiantes.
Ahued subrayó la necesidad de intensificar la educación sexual desde el nivel primaria e informar, educar y orientar a los jóvenes para que tengan relaciones sexuales con responsabilidad. Además anunció el lanzamiento de una intensa campaña de planificación familiar “para que sólo se embarace quien lo desea”.