Dos edificios del gobierno de Libia, incluido la sede del Ministerio del Interior, cercano a una de las residencias del líder Muamar Gadafi en la capital Trípoli, fueron destruidos tras una nueva incursión aérea de la OTAN.
El portavoz del gobierno de Libia, Ibrahim Mussa, hizo un llamado para un alto el fuego mientras la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) intensificó sus ataques en un intento para debilitar la fortaleza de las tropas leales a Gadafi.
Voceros del Ministerio de Inspección y Control Popular, el organismo de lucha contra la corrupción, uno de los objetivos del bombardeo, afirmaron que algunos empleados habían resultados heridos, pero no dieron más detalles.
Mussa acusó a los rebeldes del Consejo Nacional de Transición (CNT), con sede en Bengasi, de haber dirigido a la OTAN atacar el Ministerio en un intento por destruir los archivos relacionados con ex funcionarios acusado de corrupción, que se han unido a la rebelión.
“Creemos que la OTAN ha sido engañada para destruir los archivos de los casos de corrupción”, señaló a la prensa local e internacional en Trípoli, donde también se escucharon tres explosiones en la misma zona.
Estos bombardeos se producen apenas horas después de que el campamento de Gadafi fuera alcanzado por bombas de los aliados.
Aunque la Alianza Atlántica asegura que el líder libio no es el objetivo de sus operaciones en las últimas semanas ha lanzado ataques contra centro de comando y control en los que suele estar ejerciendo sus funciones de gobierno.
La incursión militar de este martes se produce un día después de que la Corte Penal Internacional (CPI) solicitó hoy que se libren las órdenes de captura contra el líder libio y dos de sus colaboradores por crímenes contra la humanidad.
Notimex.