Ante la inseguridad, la banca en México aún no ha visto que las pequeñas y medianas empresas –que generan 41% del empleo en el país—se comporten de manera más conservadora en el pago o solicitud de créditos.
Aunque el crimen organizado acecha a la economía y pese a que en 2009 y 2010 la crisis y la contingencia sanitaria por la influenza obligaron a la restructuración de créditos, las instituciones financieras consideran que los próximos meses serán buenos para las pymes, quienes demandan créditos y utilizan las líneas revolventes que ya tienen.
El pronóstico, hecho por BBVA Bancomer, se da en el lanzamiento de una estrategia para ampliar la asesoría a los pequeños empresarios en el comercio y banca electrónica, con la que el banco pretende ampliar su cartera de créditos a pymes en 25%, es decir 35 mil créditos.
“De acuerdo a los indicadores en todo el país, no tenemos elementos para afirmar que la inseguridad está frenando pagos o aperturas, no tenemos ningún tipo de indicador o alertas”, afirmó el director del segmentopPymes, Rafael Frías López, en la presentación de las nuevas herramientas que facilitan a los empresarios la creación de páginas por internet, la venta en línea, facturación electrónica y administración de nómina.
“Las Pymes son y seguirán siendo el principal empleador del país”, añadió el funcionario, quien además destacó que 50% del Producto Interno del país es generado por este segmento.
Hice pasar mi negocio por muerto
Para los micros, pequeños y medianos empresarios, sobre todo aquellos que se encuentran en zonas donde el crimen organizado da muestras diarias de su presencia, el panorama no es tan halagüeño como lo pintan las instituciones financieras.
En la Comarca Lagunera, donde el año pasado murieron casi 800 personas por el crimen organizado, la microempresaria Laura Reza ha tenido que aprender a convivir con los tiroteos, que ya han llegado a las puertas de su boutique de vestidos de novia.
En octubre del año pasado se desató una balacera en una funeraria que se encuentra a unas cuadras de su negocio. Policías municipales y sicarios se enfrentaron justo afuera de la boutique y las balas deshicieron los cristales de los aparadores. Al intentar denunciar, la respuesta del Ministerio Público fue indiferente.
“La balacera fue en plena madrugada, así que ni cómo saber quién fue. Quisimos poner la denuncia contra quien resultara responsable, pero nos dijeron que esas denuncias no prosperan”, cuenta la empresaria. El funcionario público le recomendó: “Mejor no se meta, señora. Ponga sus vidrios y ya”.
En Zapopan, Jalisco, Marco M. (se niega a dar su apellido), ha tenido que hacer pasar por ‘muerta’ su refaccionaria luego de que lo extorsionaran por teléfono en por lo menos tres ocasiones. En febrero de este año decidió cerrar al público, mientras buscaba la manera de seguir operando sin poner en riesgo su negocio o a sus cuatro jóvenes empleados. A mediados de abril, el presidente de la Cámara de Comercio de Guadalajara, Miguel Alfaro Aranguren, reconoció que las extorsiones a empresarios están “a la orden del día”.
Ninguno se ha cruzado de brazos. Reza cuenta que aprovechó que su negocio se quedó sin vidrios para remodelar su negocio por completo. “Los empresarios sabemos que las crisis nos obligan a actuar rápido y a buscar maneras de aprovechar los malos tiempos”. Aunque no tiene planeado pedir un crédito, considera que sería un buen momento para hacerlo y, con ello, fortalecerse mientras otros negocios se atemorizan por el riesgo.
Manuel, en Jalisco, ha aprovechado la inseguridad para dotar a su local de nuevos sistemas de seguridad y comunicación que le permiten operar de vez en cuando a puerta cerrada o desde su casa. Instaló un sistema de ‘videoportero’ y renovó sus computadoras. “Parece muy mal momento para invertir o para arriesgar capital, pero justo por no hacerlo, muchas están cerrando en estos tiempos”.