La Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad, convocada por el poeta Javier Sicilia y organizaciones no gubernamentales, tuvieron eco en varias partes del mundo.
Animal Político se dio a la tarea de compilar lo publicado sobre la protesta en diversos medios extranjeros.
España
El País, en palabras del periodista Pablo Ordaz, reportó que “México clamó este domingo en silencio contra la guerra, contra la impunidad y contra la corrupción política”, quejidos derivados de la muerte de más de 40 mil personas en lo que va del sexenio del presidente Felipe Calderón.
El diario español destacó que la protesta del poeta Javier Sicilia no sólo criticó el gobierno del presidente Calderón, sino a toda la clase política, y recordó cuando el senador priista Manlio Fabio Beltrones pidió al presidente de México que escuchara a los manifestantes, a lo que Sicilia respondió que los reclamos iban también “para las bancadas de los partidos, las presidencias de los partidos”.
Además, El País mencionó la participación de de movimientos sociales de todo tipo: desde asociaciones de migrantes hasta los zapatistas del subcomandante Marcos.
En su blog, América D.F, Pablo Ordaz no abordó los aspectos de la marcha, sino que “viajó” a noviembre de 1997, cuando Felipe Calderón y su esposa, Margarita Zavala, salieron a las calles a exigir seguridad al entonces presidente de México, Ernesto Zedillo.
Colombia
El diario El Tiempo estimó que fueron más de 850 mil personas las que asistieron al Zócalo a “la protesta silenciosa”, “la primera muestra de repudio masiva y de varios días contra la violencia en México”.
“El propósito de la Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad era reclamar en silencio un cese de la violencia de los carteles y que el gobierno cambie su estrategia, según los organizadores”, reportó el diario colombiano.
Francia
Le Monde cubrió la Marcha por la Paz con un ensayo fotográfico y también resaltó que unas 85 mil personas asistieron a la protesta. Sin embargo, no reportó detalles de la marcha y sólo se concentró en dar información sobre cómo y por qué surgió esta protesta: por el asesinato del hijo de Javier Sicilia, hace 40 días.
Reino Unido
The Guardian tituló la nota de la Marcha por la Paz: “La guerra fallida de México contra los cárteles de la droga”. El diario inglés resaltó la figura de Javier Sicilia: “un gran escritor que ha recibido múltiples premios literarios; un cristiano comprometido con las causas populares; un seguidor de Ivan Illich, el controvertido pensador austriaco que vivió en México por muchos años, y una persona sin nexos con partidos políticos.”
Además, The Guardian reportó que la Iglesia Católica apoyó las protestas que repudian la guerra contra el narcotráfico y resaltó que el gobierno de Calderón reaccionó de manera negativa ante las protestas.
También, el diario inglés publicó que la marcha convocada por Sicilia se suma a otros movimientos: las marchas contra las muertes en Ciudad Juárez, en la Guardería ABC, No + Sangre, las protestas convocadas por la familia LeBaron y el padre Alejandro Solalinde.
Estados Unidos
The Washington Post reportó que sólo algunos cientos de personas cruzaron las montañas desde Cuernavaca para entrar a la ciudad de México, donde se sumaron más a la protesta.
El diario estadounidense resaltó las palabras del investigador John Ackerman, quien ve en Sicilia a un “gran líder precisamente porque no tiene la intención de postularse para ningún puesto”, y las de Eduardo Gallo, presidente de la asociación civil México Unido contra la Delincuencia, quien dijo que fue una protesta “contra todo: el presidente, los gobernadores, los legisladores y partidos políticos, los ciudadanos que han hecho cosas malas, contra todos los que han contribuido a la corrupción” en México.
Por otra parte, The New York Times destacó que en la marcha del domingo, Javier Sicilia demandó la renuncia del actual secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y que el número de asistentes fue cerca de 150 mil.
Medio Oriente
Al Jazeera elaboró un videoreportaje en el que resaltó la decisión del presidente Felipe Calderón de seguir adelante en la guerra contra el narcotráfico e, incluso, endurecerla.