El cadáver de Osama Bin Laden, el cerebro de Al Qaeda detrás de los atentados del 11 de septiembre del 2001 que murió en un operativo encabezado por Estados Unidos, fue enterrado en el mar, informó el domingo un funcionario del gobierno estadounidense.
Un pequeño equipo de estadounidenses llevó a cabo el ataque y capturó los restos de Bin Laden, señaló el domingo el presidente Barack Obama en un dramático anuncio nocturno desde la Casa Blanca.
La muerte de Bin Laden en Pakistán terminó con una cacería que abarcó una frustrante década, y una multitud jubilosa se reunió frente a la residencia presidencial y en la Zona Cero en Nueva York — donde fueron derribadas las Torres Gemelas por secuestradores de Bin Laden hace 10 años — al extenderse la noticia del fallecimiento.
“Se ha hecho justicia”, afirmó el presidente.
Un funcionario de Estados Unidos confirmó que Osama Bin Laden fue muerto en una mansión cercana a la capital paquistaní.
Bin Laden estaba oculto en una casa de dos pisos a 90 metros (cerca de 100 yardas) de la academia militar paquistaní cuando cuatro helicópteros con elementos de las fuerzas antiterroristas estadounidenses llegaron en las primeras horas de la mañana del lunes y lo mataron.
Los cuatro helicópteros lanzaron el ataque en el poblado de Abbottabad, aproximadamente a 100 kilómetros (62 millas) al norte de Islamabad, dijo el agente de inteligencia paquistaní que también confirmó la muerte del líder de Al Qaeda.
Tres hombres adultos también murieron en la incursión, entre ellos uno de los hijos de Bin Laden cuyo nombre no fue proporcionado por los funcionarios. Hamza, uno de los hijos de Bin Laden, es miembro de alto rango de Al Qaeda. Personal de las fuerzas estadounidenses indicó que una mujer murió en el ataque cuando fue usada como escudo humano por uno de los guerrilleros, y otras dos mujeres resultaron heridas.
Funcionarios del gobierno de Estados Unidos dijeron que la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) rastrearon a Bin Laden hasta su ubicación para que las tropas de elite del Equipo Seis del grupo de operación especial de las Fuerzas Navales — unidad militar de contraterrorismo — se dirigiera al escondite a bordo de las aeronaves. Se informó que Bin Laden recibió un disparo en la cabeza durante el tiroteo luego que él y sus guardias enfrentaran a las fuerzas estadounidenses.
Personal de Estados Unidos identificó a Bin Laden por medio del reconocimiento facial, dijo el funcionario, que se negó a decir si en el procedimiento se realizó algún análisis de ADN.
El presidente Obama dijo que ningún estadounidense salió herido en el ataque.
Las llamas crecieron en el edificio que fue el objetivo aparente de una redada mientras se confirmaba que el fugitivo más buscado del mundo no murió en una cueva, sino en un poblado mejor conocido como cuartel para el ejército paquistaní.
Funcionarios paquistaníes y testigos dijeron que los guardias de Bin Laden abrieron fuego desde el techo del edificio y uno de los helicópteros se estrelló. El sonido de al menos dos explosiones sacudieron Abbottabad donde el jefe de Al-Qaeda estuvo por última vez.
Dijo que los helicópteros partieron de una base aérea paquistaní ubicada en el norte del país y que durante la incursión, fueron detenidos mujeres y niños.
Los funcionarios hablaron a condición de mantener el anonimato debido a lo delicado del tema.
Abbottabad es sede de al menos un regimiento del ejército paquistaní, cuenta con una gran cantidad de edificios militares y es hogar de miles de personas que forman parte del ejército. Las noticias de que fue muerto en un pueblo militar de Paquistán levantarán más preguntas de cómo evitó ser capturado o si los militares paquistaníes y los líderes de inteligencia sabían de su paradero y lo estaban ocultando. Varios críticos han acusado a elementos de seguridad de Paquistán de proteger a Bin Laden, aunque Islamabad siempre lo ha negado.
Desde hace tiempo las autoridades habían creído que Bin Laden, el hombre más buscado en el mundo durante casi una década, estaba oculto en una región montañosa a lo largo de la frontera entre Paquistán y Afganistán.
Su muerte llega apenas unos meses antes del décimo aniversario de los atentados del 11 de septiembre al Centro Mundial de Comercio y al Pentágono en los que murieron más de 3,000 personas.
Los atentados desataron una serie de acontecimientos que llevaron a Estados Unidos a las guerras de Afganistán y luego Irak.
El ex presidente estadounidense George W. Bush felicitó al presidente Barack Obama tras enterarse de la muerte de Bin Laden.
En un comunicado emitido el domingo por la noche, Bush dijo que Obama le llamó para decirle que las fuerzas de Estados Unidos mataron a Bin Laden.
Bush dijo que “este memorable logro marca una victoria para Estados Unidos, para las personas que buscan la paz en todo el mundo y para todos aquellos que perdieron a seres queridos el 11 de septiembre de 2001”.
Agregó que Estados Unidos “ha enviado un mensaje claro: no importa cuánto tiempo se requiera, se hará justicia”.
El Departamento de Estado puso en alerta a las embajadas de Estados Unidos y advirtió a sus ciudadanos en el extranjero sobre posibles ataques por represalias de al-Qaeda y sus afiliados en todo el mundo, luego de la muerte del líder del grupo Osama Bin Laden a manos de las fuerzas de Estados Unidos en Paquistán.
En una alerta mundial — emitida poco después de que el presidente Barack Obama anunciara el domingo por la noche la muerte de Bin Laden en un operativo militar — el Departamento de Estado dijo que hay un “elevado potencial de violencia anti estadounidense dadas las recientes actividades contraterroristas en Paquistán”. Indicó que los ciudadanos de Estados Unidos que viven en el extranjero, particularmente en áreas en que se ha registrado violencia anti estadounidense con anterioridad, deben evitar salir de sus hogares y reunirse en grupos numerosos.
Por su parte, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, dijo que los estadounidenses han cumplido la promesa realizada después del 11 de septiembre de 2001 de capturar o matar a Osama Bin Laden.
Bloomberg agregó que la muerte del líder de Al Qaeda no disminuye el sufrimiento de los estadounidenses que vivieron en carne propia el día en que el World Trade Center fue destruido, pero es una “victoria críticamente importante” para la nación. La consideró un tributo a los hombres y mujeres en las fuerzas armadas que han peleado con fuerza.
El décimo aniversario de los ataques del 11 de septiembre de 2001 se encuentra a pocos meses de distancia.
Bloomberg dijo en un comunicado que espera que la noticia sobre el deceso de Bin Laden “ofrezca cierto cierre y comodidad para todos aquellos que perdieron a sus seres queridos” ese día.
Mientras las noticias sobre la muerte de Bin Laden se extendían, la multitud se reunía enfrente de la Casa Blanca para celebrar, ondeando banderas estadounidenses.
La multitud jubilosa empezó a reunirse antes de que el presidente Obama hablara por televisión a las 11:30 de la noche del domingo. Para la medianoche, la muchedumbre atestó una calle directamente enfrente de la Casa Blanca y los festejos se extendieron hasta Lafayette Park.
AP