Excélsior publica que en sólo dos años, el Senado pagó 59.75 millones de pesos a una empresa y a profesionistas independientes para que verificaran que la edificación de la nueva sede se realizara conforme a los parámetros pactados.
Sin embargo, a sólo seis días de operación del edificio, el inmueble ya ha padecido seis crisis: se colapsó el sistema de recolección pluvial, se descompuso el aire acondicionado, se olvidó construir sanitarios en cuatro áreas, el sistema de votación está sólo a 50%, la pantalla no funciona bien y no hay certeza de que opere el sistema de lector de iris.
Excélsior tuvo acceso a documentos oficiales que muestran que fueron cuatro los profesionistas responsables de que la nueva sede funcionara. A ellos se les pagaron, en total, 26 millones 750 mil pesos, en dos años.
En tanto, la empresa Servicios y Sistemas Tecnológicos para la Construcción cobró 33 millones por dos años de contrato
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