El pasado 15 de abril, Presidencia emitió un comunicado informando que Felipe Calderón asistiría a la beatificación de Juan Pablo II en el Vaticano el próximo 1 de mayo.
En el comunicado, Presidencia afirma “Esta visita es congruente con los principios de laicidad del Estado mexicano y
responde a los lazos de amistad y de cooperación existentes entre México y el Estado Vaticano”.
Y añade que “la asistencia del Jefe del Ejecutivo refrenda la profunda cercanía de millones de mexicanos con la figura de Juan Pablo II y la especial vinculación que cultivó entre nuestro pueblo durante su pontificado”.
Ante el hecho, el académico y especialista en temas electorales, Jorge Alcocer, cuestionó si la visita de Felipe Calderón al Vaticano para la beatificación de Juan Pablo II es inconstitucional.
¿A qué tipo de ceremonia va el presidente?, preguntó Alcocer, además de señalar que la Constitución en el artículo 130 menciona el principio básico de separación de las iglesias, y orienta las normas contenidas en el presente artículo “las autoridades antes mencionadas (federales, estatales y municipales) no podrán asistir con carácter oficial a ningún acto religioso de culto público, ni actividad que tenga motivos o propósitos similares, … en los casos de actividades diplomáticas, se limitarán al cumplimiento de la misión que tengan encomendada en los términos de las disposiciones aplicables”.
Alcocer también preguntó si cabe pensar que va a una misión diplomática, y si es así, ¿a qué misión va a asistir, y qué misión tiene encomendada?
En entrevista con Carmen Aristegui, el especialista aseguró que se trata de una decisión personal del presidente Calderón, “es de toda obviedad, que va a un acto religioso de culto público, ni misión diplomática, que la ceremonia está presidida por el Papa Benedicto XVI, no en su carácter de jefe de estado del Vaticano, sino como sumo pontífice”.
Alcocer agregó que el acto es responsabilidad del Presidente, y que viola la constitución al asistir como jefe de estado al Vaticano a la beatificación de Juan Pablo II, y dijo que “no puede ser una visita diplomática si será una ceremonia de beatificación, en plena Plaza de San Pedro”.
Aquí el audio de Alcocer con Aristegui, monitoreado por MediaLog.
Por su parte, Roberto Blancarte publica hoy en Milenio una opinión titulada “Nuestro presidente católico”.
Según Blancarte, “ al presidente Calderón le salió lo Felipe de Jesús”, y señala que no se puede hablar de una visita diplomática dado que “México y el Estado Vaticano no tienen cooperación alguna. Las relaciones que el Estado mexicano estableció en 1992 no fueron con el Estado Vaticano, sino con un ente llamado Santa Sede que tiene personalidad jurídica internacional” y dice que “el comunicado de Presidencia intencionalmente pretende enfatizar que el presidente Calderón asistirá como jefe de Estado para visitar a otro jefe de Estado, en una ceremonia a la que asistirán otros jefes de Estado o de gobierno”.
Blancarte plantea varios problemas, entre ellos, el carácter de la participación del presidente, y aunque apunta que no hay nada ilegal en esta visita recuerda que la Ley de asociaciones religiosas y culto público señala que las autoridades federales, estatales y municipales “no podrán asistir con carácter oficial a ningún acto religioso de culto público ni a actividad que tenga motivos o propósitos similares”. Pero también agrega que “en los casos de prácticas diplomáticas, se limitarán al cumplimiento de la misión que tengan encomendada…”. En otras palabras, el Presidente puede alegar (y por eso lo señala el comunicado) que recibió una invitación diplomática y con ese carácter asiste a la ceremonia.
Para finalizar, el investigador del Colmex pregunta ¿No tiene mejores cosas que hacer? ¿No se nos está despedazando el país? ¿No sería mejor que estuviera en San Fernando, Tamaulipas, atendiendo lo que dice preocuparle más? ¿O va acaso al Vaticano en busca de un milagro?
Aquí la columna completa de Roberto Blancarte en Milenio.
Redacción Animal Político.