¿Cómo saber si tu vecino hace bombas caseras?
Una de las secciones de la revista se llama “Open Source Jihad”, la cual está dirigida a proveer a los militantes de la jihad con herramientas que necesitan para conducir ataques en su territorio, sin necesidad de viajar a Medio Oriente. En una de las ediciones pasadas de la revista, Al Qaeda publicó un artículo titulado “Haz una bomba en la cocina de tu mamá”.
En años recientes ha habido un número creciente de ataques solitarios dentro de los Estados Unidos. ¿Cuáles? El tiroteo en Little Rock, en junio de 2009; el tiroteo en Fort Hood en noviembre de 2009 y el ataque fallido a Times Square, en Nueva York, en 2010.
Por ello, Stratfor consideró importante lanzar una especie de guía que ayude a la gente a detectar si su vecino está involucrado en la producción de bombas caseras.
Aquí los principales puntos:
*La producción de bombas caseras y explosivos casi siempre se realizan en casas rentadas, departamentos y cuartos de hoteles. Stratfor tiene algunos ejemplos. En diciembre de 1999, el llamado “Millennium Bomber” o Ahmed Ressam instaló una “fábrica de bombas caseras” en un cuarto de hotel en Vancouver. Otro ejemplo. Najibullah Zazi fue arrestado en septiembre de 2009 por producir de forma casera un explosivo muy potente conocido como TATP también en un cuarto de hotel, pero éste en Denver. En septiembre de 2010, un danés fue arrestado por detonar de manera accidental unos explosivos que estaba fabricando en un cuarto de hotel en Copenhague.
*Para fabricar bombas caseras y explosivos se utilizan sustancias que podemos ver día a día: acetona (aquella que utilizamos para remover el barniz de uñas) y peróxido (para decolorar el cabello). Los fertilizantes también funcionan para este cometido. Sin embargo, hay que poner atención en las cantidades. No es lo mismo comprar una bolsa de fertilizante que cien, o una botellita de acetona, a docenas de galones.
*El vapor de las reacciones químicas es otro signo de que tu vecino probablemente está construyendo una bomba. Los humos de sueltan los explosivos caseros pueden decolorar paredes, cortinas y hasta el cabello. Los vapores pueden incluso flotar fuera del “laboratorio” y ser detectado por los vecinos.
*Otras pistas son las pruebas. Es decir, un fabricante de bombas va a intentar siempre probar que su artefacto funcione. Las “famosas pruebas” involucran quemaduras o detonaciones en pequeñas cantidades.
