Hoy los periódicos Reforma y El Universal publican en sus respectivas secciones editoriales dos colaboraciones del controvertido expresidente de México, Carlos Salinas de Gortari.
En El Universal aparece en la sección “Editorial”, “Articulistas”. en una entrada bajo el nombre “La irrupción de la alternativa ciudadana”; ahí, habla de los levantamientos en Egipto llevados al cabo en los albores de este 2011 como ejemplo de Revolución Ciudadana a ser emulada y señala: “Fue una revolución donde las demandas básicas fueron “respeto para los ciudadanos, la dignidad, y el derecho natural a participar en la construcción del sistema que gobierna sobre ellos”. Es así como, de manera espontánea o deliberada, estas revoluciones ciudadanas muestran que hay otro camino”.
Pero qué más dice el expresidente en ese texto:
“Un monto extraordinario de endeudamiento y nuevos instrumentos llamados derivados, los cuales sin regulación adecuada se convirtieron en las verdaderas armas de destrucción masiva, enmarcaron esa crisis económica durante 2008-2009. Esto provocó un golpe de péndulo: durante varias décadas se dijo que el mercado era la solución.”
“América Latina ya ha padecido estos golpes del péndulo, y tal vez por eso en nuestros países sigue debatiéndose solamente entre los abusos del mercado bajo el neoliberalismo o la dependencia del Estado con los neopopulistas. La Revolución Ciudadana en el norte de África muestra que los pueblos están construyendo otra opción.”
“Los ciudadanos exigen dejar de ser objetos del paternalismo estatal o del abuso mercantil, para convertirse en sujetos de las transformaciones de su destino.”
“La vía electoral es apenas un primer paso. Y el avance democrático en América Latina no puede quedarse solamente en ese paso inicial. Conviene promover activamente la nueva revolución ciudadana.”
Les tunde a todos
“En México tenemos un debate intelectual empobrecido donde las dos opciones dominantes, neoliberalismo y el neopopulismo, encabezados por sus intelectuales orgánicos, han decidido apostarle a una idea disminuida de la democracia: ambos postulan una democracia sin adjetivos, anodina, endeble. Pugnan por un sistema de individuos aislados mediante programas asistenciales focalizados, o bien por reeditar, perfeccionándolo, el método del acarreo.”
“Hoy la República está en riesgo: por la inseguridad y la violencia, tanto la de los cárteles de la droga como la más grave: la violencia cotidiana, sistemática de la pobreza contra la mayoría de la población.”
¿Un Salinas revolucionario?
“Cuando la República está en riesgo, hay que regresar a las raíces. Por eso, recordar que la polis de Aristóteles fue traducida por Cicerón como la res pública y la definición que nos dejó la conocemos porque la recogió San Agustín: “La república es la asociación de muchos, hermanados por un sentido común de justicia”, “la propiedad del pueblo”.”
“La calidad de ciudadano, de hecho, no se otorga: se gana a través de la participación diaria, organizada y autónoma. No se es ciudadano para poder participar sino que es preciso participar para alcanzar la ciudadanía.”
“Los ciudadanos tienen que abrir las puertas para que como individuos de una sociedad se organicen y hagan por sí mismos lo que nadie hará por ellos.”
“Para que la participación social sea de verdad democrática y republicana, no basta con que muchos asistan a movilizaciones o marchas de protesta, o que las estadísticas registren porcentajes elevados de aprobación del gobernante en turno; es preciso, incluso prioritario, que sean los ciudadanos organizados quienes tomen las decisiones”.
Contra Zedillo y la historia oficial
En el diario Reforma aparece como colaborador invitado bajo una opinión editorial intitulada “Contra la historia oficial” (acceso con suscripción); en ella, el expresidente defiende los errores que se le achacan a su sexenio, mientras critica la política económica del sexenio de su sucesor, Ernesto Zedillo.
Veamos:
“¿Qué tienen en común René Delgado y Gabriel Zaid? Son dos personalidades muy diferentes, pero ambos han repetido recientemente en estas páginas el mismo estereotipo sobre 1994.”
“En realidad ambos repiten la “historia oficial” sobre el origen de la crisis de 1995, la cual fue circulada intensamente mediante la propaganda gubernamental, y terminó por convertirse en un cliché.”
“La Comisión del Senado mexicano reconoce que la crisis de 1995 no fue causada por la sobrevaluación, pues el peso se había devaluado ordenadamente a lo largo de 1994 y los capitales extranjeros no fueron los que vaciaron las reservas. El Senado reproduce una cita del Premio Nobel de Economía Paul Krugman, quien escribió: “Pronto se supo que el gobierno de Zedillo había consultado a varios empresarios mexicanos sobre la devaluación antes de que ésta ocurriera, con lo que les proporcionó información confidencial […]. La fuga masiva de capitales se desató de forma inevitable“.”
“Después, durante 1995 vino la adopción de una política económica donde el remedio resultó peor que la enfermedad: el alza desmedida de los impuestos y las tasas de interés.”
“El gobierno zedillista dobló las manos y en su lugar aceptó la elevación draconiana de las tasas de interés lo que produjo la crisis más severa desde la Revolución Mexicana: 16 millones de mexicanos pasaron a la pobreza extrema y 6 millones tuvieron que emigrar a Estados Unidos.”
“Al concluir mi administración en noviembre de 1994 el país tenía problemas. Así lo he reconocido. Pero el nuevo gobierno recibió también un país sin inflación y con moderado déficit fiscal.”
“En materia social se había reducido la pobreza pues la CEPAL dio a conocer que “entre 1989 y 1994 se produjo en México un descenso de la pobreza”, y el Banco Mundial reconoció que durante esta etapa disminuyó en siete puntos porcentuales el número de personas en pobreza extrema y moderada.”
“Entender lo que realmente sucedió hace 15 años debe coadyuvar ahora para que México construya un mejor futuro. Y para alcanzar la necesaria convergencia entre memoria e historia. Claro, eso ocurrirá si se está dispuesto a hacer un mínimo de esfuerzo analítico con datos duros y rigor histórico, y no sólo repetir los estereotipos de la historia oficial”.