Los Pumas pagaron 20.2 millones de pesos por los jugadores en 2003 y el SAT determinó que el equipo tenía que haber retenido hasta 40 % del monto de esos pagos para enterarlo al fisco federal, pues la Ley del ISR grava este tipo de transferencias para presentación de espectáculos públicos.
Los Pumas no pagaron dicho ISR y dedujeron los 20.2 millones en su declaración anual por este impuesto.
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