A más de un año de la masacre en el fraccionamiento Villas de Salvárcar en Ciudad Juárez, Chihuahua, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) solicitó a las autoridades correspondientes la aplicación de medidas cautelares para familiares de los jóvenes fallecidos y heridos.
La CNDH informó en un comunicado que hay evidencia del temor fundado de once de los agraviados, de ser violentados en su integridad física y su vida, junto con su familia, tras la masacre ocurrida el 30 de enero de 2010.
Ante esa situación, la CNDH solicita que se adopten las acciones que conforme a derecho procedan para que las instancias de gobierno, de forma inmediata utilicen los recursos humanos, técnicos y materiales que sean necesarios para dar protección a las familias de los jóvenes asesinados.
El organismo nacional destaca que con esas peticiones a la autoridad se pretende garantizar la seguridad e integridad física de esas familias y evitar que sean víctimas de acosos o actos intimidatorios, así como la consumación de acciones de difícil o imposible reparación.