El Universal y Excélsior destacan en primera el ofrecimiento que hiciera el presidente Felipe Calderón al gobierno estadounidense respecto a que consultará al Congreso de la Unión “todas las posibilidades” para dotar de seguridad a los agentes de esa nacionalidad que operan en México.
En una rueda de prensa posterior a su reunión con el presidente Barack Obama, Calderón aseguró que dialogará con senadores, particularmente, “para explorar las alternativas”.
Después de un encuentro privado de más de hora y media en la Casa Blanca, el anfitrión se definió “perfectamente consciente de que la batalla que está librando el presidente Calderón dentro de México no es solamente de él, también es nuestra”.
De esta forma, el estadounidense dio respuesta a la principal demanda que Calderón le venía planteando, en el sentido de frenar la venta indiscriminada de armas a los grupos criminales que operan en México.
Por la mañana, en una reunión con el diario The Washington Post, Calderón sugirió que no puede trabajar más con el embajador estadounidense Carlos Pascual porque le perdió la confianza.
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