a un mes, informó la cadena de televisión panárabe.
En tanto, el periodista brasileño Andrei Netto, puesto en libertad en Libia, pidió el sábado al gobierno del presidente libio Moamar Gadafi que excarcele a un colega de un diario británico que continúa detenido en el país.
Netto aseguró que fue dejado en libertad después de ocho días de detención debido tal vez a las “relaciones buenas” entre Brasil y Libia. Netto expresó temor por la suerte de su colega iraquí Ghaith Abdul-Ahad, quien trabaja para el diario británico The Guardian.
Por otra parte, el periodista Alí Hasán al-Yaber murió y otro corresponsal resultó herido y fue hospitalizado con una herida en la cabeza tras una emboscada contra un equipo de televisión que regresaba de una cobertura al sur de Bengazi, un enclave de profundas raíces rebeldes, informó la cadena.
Amhadi dijo que el equipo regresaba de su cobertura cuando su auto fue atacado por detrás. Al-Yaber fue alcanzado por tres disparos en la espalda y una cuarta bala alcanzó al corresponsal cerca de la oreja, agregó Amhadi.
“Incluso en las áreas bajo control rebelde no estamos totalmente a salvo. Hay simpatizantes, espías o grupos paramilitares del coronel Gadafi”, agregó Amhadi.
El director general de la cadena, Wadah Janfar, afirmó a través de Al Yazira que la campaña que inició Gadafi contra la cadena de televisión fue la culpable de la agresión.
“Este ataque ocurrió luego de una campaña de incitación sin precedente de parte de Gadafi. Esta incitación fue la razón principal por lo que ocurrió”, agregó Janfar.
Gran parte del sector oriental de Libia permanece bajo control rebelde, aunque fuerzas pro gubernamentales recuperaron algunos territorios en los últimos días.
Una gran protesta fue organizada más tarde en Bengazi en solidaridad con el camarógrafo asesinado. Algunos de los letreros decían: “Atacar a periodistas evidencia al régimen criminal del tirano”.
AP*