Funcionarios del Pentágono afirmaron que la coalición encabezada por Estados Unidos ha logrado dispersar y aislar a las fuerzas del líder libio Moamar Gadafi después de una serie de incursiones aéreas durante el fin de semana, y los militares estadounidenses se disponen a dejar el control de la operación a otros países.
El vicealmirante William E. Gortney destacó que los ataques aéreos fueron “muy efectivos” y que el Pentágono cree que los militares de Gadafi están “bajo un estrés muy considerable”.
El ataque incluyó a bombarderos sigilosos B-2, aviones de combate, más de 120 cohetes crucero Tomahawk y otros proyectiles de alta tecnología. Gortney dijo que no se perdieron aviones aliados y todos los pilotos han regresado a salvo.
El secretario de Defensa Robert Gates dijo que Estados Unidos tiene previsto entregar el control de la misión “dentro de unos días”
Gortney dijo que la coalición logró controlar el espacio aéreo entre Bengasi y Trípoli, la capital de Libia. “La zona de exclusión aérea (aprobada por la ONU) está completamente establecida”, señaló. “Cualquier cosa que vuele y detectemos, actuamos”.
Dentro del enorme recinto en que vive Gadafi en Trípoli, un edificio administrativo fue atacado y seriamente dañado la noche del domingo. Un fotógrafo de The Associated Press en el lugar dijo que la mitad del edificio redondo de tres pisos estaba derribada. En la zona había restos de un misil crucero, agregó.
Gortney afirmó que Gadafi y su residencia no estaban en la lista de los objetivos en los ataques aéreos de la coalición. Pero, indicó, la seguridad de Gadafi estaría en riesgo “si ocurre que está en un lugar, si inspecciona un sitio de misiles tierra-aire, y no tenemos idea de que él esté allí o no”.
AP