A minutos de elegir al próximo presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano Grijalva, candidato a ese puesto por la corriente mayoritaria de Nueva Izquierda, reconoce que siguen sin acuerdos y que las negociaciones con los grupos opositores al interior de partido continúan trabadas.
En las últimas 24 horas no ha dejado de asistir y participar en las distintas reuniones que se hacen dentro y fuera del partido. Ya buscó a todos los líderes del sol azteca y se siente confiado porque asegura tener al menos 200 votos de los consejeros nacionales, cifra que lo pondría a la delantera de su adversaria Dolores Padierna, quien también busca la dirección nacional y con la que podría negociar un asiento en la secretaría general perredista.
Sin embargo, este sonorense de 57 años, ex miembro de la extinta guerrilla conocida como Liga Comunista 23 de Septiembre y actual vicepresidente de Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, cree que aún esta lejos la posibilidad lograr un acuerdo de unidad y culpa a Padierna, y a su esposo René Bejarano, quienes están –a decir del diputado- empecinados en “convertir una falsedad en un verdad absoluta”.
El perredista considera que las dos exigencias que han hecho sus adversarios, minutos antes de iniciar el consejo nacional del sol azteca, son peticiones inadmisibles ya que nunca han planteado la posibilidad de ir a una alianza con el PAN en 2012 y tampoco existe una razón para romper en una posible alianza con los panistas en las elecciones del estado de México.
Respecto a la primera exigencia, continúa Zambrano, nunca hemos dicho que iremos con el PAN en 2012, es decir, nunca hemos sostenido dicha hipótesis ni es nuestra propuesta, por lo tanto es una petición inaceptable.
El otro punto planteado por el bloque opositor denominado G-8 tiene que ver con la consulta para determinar la posibilidad de hacer alianza con el PAN en el estado de México, a la que Zambrano adelanta que no recularan, porque fue un acuerdo que se tomó hace más de un mes en el último consejo nacional perredista.
“Ahora resulta que ponen estos puntos como condición, como si estuviera el partido en la actitud y disposición de estar cambiando resolutivos al gusto de uno o de otro grupo interno. No se pueda hacer eso y no vamos a dejar hacerlo”, advierte.
Zambrano Grijalva, quien fue asesor de Andrés Manuel López Obrador en la Jefatura de Gobierno del DF y ahora es uno de sus principales críticos al interior de PRD, sostiene que él, a diferencia de Padierna, quiere democratizar y reorganizar al partido, con la intención de llegar con nuevos brios a las elecciones presidenciales de 2012.
Su voz, a través del teléfono, se le escucha cansada. Es la hora de la comida y dice que ni del hambre se acuerda, aunque reconoce que debe estar bien preparado, física y mentalmente, por que este fin de semana será extremadamente complicado y podría ser un parteaguas en su trayectoria política.
Jesús Zambrano sabe que en esta batalla lleva ventaja y que a diferencia del 2008 cuando perdió con Alejandra Barrales la presidencia del PRD capitalino, esta vez cuenta con todo el apoyo de su tocayo y líder Jesús Ortega, quien deja un partido dividido y a punto de una fractura definitiva.
Por qué yo y no ella
En un ejercicio de autoevaluación se le pregunta al aspirante a la dirección nacional del PRD sobre sus cualidades y diferencias entre su propuesta y la de Dolores Padierna, a lo cual responde:
-¿Por qué los perredistas deben votar este fin de semana por Jesús Zambrano?-, se le interroga.
“Porque el PRD requiere de una continuidad a una serie de esfuerzos que estamos haciendo para reorganizar al partido a nivel nacional. Además porque necesitamos hacer del PRD una institución funcional, que respete los acuerdos tomados y que esté comprometido claramente con la democracia, a fin de llegar al Poder y transformar y mejorar las condiciones del país.
“Esta nueva dirección tendrá una responsabilidad importante en el 2011, especialmente en el estado de México, por lo que requiere de un dirigente capaz, que sepa llevar al PRD a un lugar triunfador, a través de acuerdos y candidatos comprometidos con esa transformación.
“Quiero ser presidente para construir un partido de izquierda con sólidos compromisos, capaz de impactar de forma positiva al país”, resume.
-¿Por qué los perredistas no deberían votar por Dolores Padierna?-
Porque no hay propuestas. Porque es descalificar por descalificar y porque estaría atrás de ella Bejarano, su esposo, quien ya no es parte del partido pero continúa dando línea y decidiendo en distintas corrientes.
Aunque yo no he estado en reuniones donde esté Bejarano es de todos conocido que sigue metido en cierto sector del partido. Su ambición y poder es tal que sigue inmiscuido en tareas que sólo le competen a lo militantes del PRD. A eso me refiero cuando pretendemos ser partido de sólidos compromisos y no por puro clientelismo.
-¿Jesús Zambrano declinaría por un tercer candidato?-.
“En política nunca hay que decir nunca, por lo que no seré un obstáculo en el PRD. Si de esa forma se fortalece el partido yo declino, pero para eso hay que tener un acuerdo en común y en estos momentos no lo veo”.
Declino sólo si queda Lázaro Cárdenas: Padierna
Dolores Padierna Luna tiene clara la estrategia para este fin de semana. Primero, detonar la discusión y votación en el Consejo Nacional para echar a bajo la alianza electoral entre PRD y PAN en el Estado de México; y segundo, buscar la presidencia nacional que dejará vacante Jesús Ortega.
Se le ve serena, concentrada. Atiende desde su oficina de paredes color amarillo pálido llamadas, habla con periodistas, da instrucciones para concretar entrevistas en los medios de comunicación. Le interesa dejar claro que este fin de semana el tema, además de la sucesión, será el de las alianzas y que ese resultado será determinante para abordar lo relacionado al nuevo presidente perredista.
En un tono serio y directo, dice: “el partido se encuentra al borde de una fractura y la causa de esta división ha sido la alianza con el PAN”… “Todo mundo piensa que lo principal que va ocurrir el fin de semana es el punto de la renovación de la dirigencia nacional, pero en realidad lo que estamos pidiendo y organizando es que se debata, se discuta y se acuerde la cancelación de las alianzas con el PAN rumbo al 2012 y en el Estado de México”.
Augura que sólo quitando la causa de división, el PRD podrá recuperar su unidad y regresaría la línea de un partido de izquierda, de oposición al régimen pues esa ha sido la naturaleza y la función del sol azteca desde su fundación.
Al preguntarle concretamente sobre lo qué va a suceder el fin de Semana, responde que habrá dos pistas de debate y de negociación. “Dos puntos. Intentar que se rechacen las alianzas y esa votación requiere de mayoría calificada, como lo establece el estatuto perredista. Para nosotros este punto principal”, adelanta.
Para los compañeros de Nueva Izquierda, continúa, el punto principal es la sucesión en la presidencia, pero si ellos antes votan la cancelación de las alianzas, la elección de la dirigencia se facilitaría.
Padierna Luna, fundadora del PRD, ex titular de la delegación Cuauhtémoc, ex asambleísta, dos veces ex diputada federal, ex consejera nacional y ahora secretaria de Planeación en el Comité Ejecutivo Nacional, hace cuentas y asegura que nadie tiene mayoría en las votaciones.
“Nadie tiene mayoría calificada aunque digan y digan que sí la tienen. Ni ellos ni nosotros lo tenemos, así que se tendrán que hacer rondas de votación hasta que alguien alcance las dos terceras partes”, vaticina.
Respecto a buscar la dirigencia nacional del PRD, adelanta que hay un plan elaborado con los perredistas de los estados de la República, así como con los consejeros nacionales, “pues con ellos se juega la permanencia o la muerte del partido”.
Declinar o no. Eso depende del nuevo candidato
Al ser la figura antagónica a las corrientes que apoyan a Jesús Zambrano, a la dirigencia nacional perredista, se le pregunta sobre sus cualidades y responde que representa la congruencia, la unidad y los proyectos alternativo que el país requiere.
-¿Por qué los perredistas deben votar este fin de semana por Dolores Padierna?-, se le interroga.
-“Porque nosotros representamos la garantía de que se respetaría la línea política acordada en el congreso y porque también tenemos una visión de triunfo. Hemos entregado buenas cuentas al país y al partido cuando se nos han entregado cargos.
“Los chuchos, déjame decirles así, han ocupado desde la fundación hasta la fecha presidencias en 22 estados de la República, es decir, llevan 21 años como grupo dirigiendo en esos estados, y hoy en día están punto de perder el registro.
“Ellos (los chuchos) tienen una línea colaboracionista con el gobierno y tienen un política de negociar posibles triunfos a cambio de espacitos. Tienen una visión plurinominal y pequeña de la política. Para ellos la política es una agencia de colocación.
“Lo que yo represento es completamente distinto. Nosotros donde hemos recibido la dirigencia del partido los llevamos al gobierno y desde allí hacemos modelos paradigmáticos. Asimismo, podemos demostrar que hay congruencia ideológica con el quehacer cotidiano.
“Y desde luego, yo garantizo la capacidad organizativa para reconstruir al PRD desde las bases en un tiempo corto, a fin de ponerlo a trabajar a todo lo que da para llegar con fuerza al 2012”.
-¿Por qué los perredistas no deberían votar por Jesús Zambrano u otro personaje?-
-“Porque el PRD es un partido que nació de la insurgencia cívica, con ideales de democracia, condensando la historia de todas las izquierdas de México y nació de las grandes causas del pueblo. En ese tenor, el actual PRD no se merece terminar como un partido satélite, paraestatal y al amparo del Poder público.
“Hay que recordar que hubo, bueno todavía hay, partidos creados por los presidentes de la República en turno; instancias políticas que son financiadas por esos gobiernos federales. (Los chuchos) quieren hacer del PRD algo parecido, en detrimento de su fortaleza y su vocación de Poder. Quieren una izquierda plurinominal, testimonial, marginal y eso no se merece el PRD. Este instituto político nació para toma del Poder político y eso lo vamos a consolidar, conmigo lo vamos a lograr”.
-¿Dolores Padierna estaría dispuesta a declinar por un tercer personaje que dirija al PRD?-
“Sí, Si este personaje es de unidad sí estaría en esa posibilidad. Yo declino si viene Lázaro Cárdenas o un personaje como él, es decir, que venga a unir al PRD, ya que un partido dividido, con dos candidatos, con dos visiones, con dos propuestas, no va a ningún lado.
“Yo declinaría, encantada, si se cambia la línea política actual y si viene una presidencia nacional de unidad, de consenso. Podría ser otra personas que dirija el PRD, pero hasta el momento no hemos encontrado quién pueda ser ese personaje”.
-¿Si no fuera Cárdenas, pero si otro candidato como el diputado federal Armando Ríos Piter?-
“Es un compañero muy inteligente, es un diputado muy trabajador, pero es muy reciente dentro del partido, no lo conoce y no garantiza que pueda con este cargo”.
-¿Qué va a pasar si las votaciones no favorecen a las corrientes que representas?-
“No va a pasar nada. Nosotros no vimos de los cargos. Nosotros trabajamos por un proyecto alternativo de nación con o sin cargos. Tenemos un movimiento amplio y si ganamos asumiríamos los cargos de partido para llevarlo hacía esa estrategia de triunfo. Queremos ir a la cita histórica del 2012 con fuerza, así como ganar el estado de México”, reitera.
Balance
Luego de hacer el recuento de su estrategia en el próximo consejo nacional, se le pregunta sobre los resultados de Jesús Ortega, al frente del PRD. Nada entusiasta, afirma:
Fracasos
“Lo que mal empieza mal acaba. Llegó desde afuera. Es la primera vez que un presidente perredista lo pone el Presidente de la República, aunque sea Calderón usurpando de ese cargo.
“La llegada de Ortega fue un agravio para todo el perredismo. Nos lo impuso el mismo tribunal (electoral) que nos quitó la Presidencia de la República y desde esa lógica nuevamente lo que mal empieza mal acaba.
“Con Ortega nunca se logró unir al PRD. Él continuó con una dinámica de grupo, con una dinámica de corriente, decidiendo con su grupo las cosas y operando el aparato para imponer su propia estrategia y no la del partido, ni la de todos los dirigentes.
“Una de las cosas más graves que dejó de hacer fue la atender a los estados. La militancia está olvidada y el programa del partido, el que le dio origen, está en el olvido. Para colmo nos llevó a una aventura de alianzas con el PAN donde el partido perdió todo, la credibilidad, la naturaleza de un partido de izquierda y su identidad en el escenario político. El PRD se revolvió, se diluyó y se confundió”.
Logros
(Suspira y hace una pausa) Hizo todo lo contario a la línea política acordada en Consejo Nacional.
-¿Algo más?- se le insiste.
“Hasta allí. Gracias”, concluye.